Vitoria. El año competitivo 2012 encara su recta final con la puesta en escena de uno de los partidos más interesantes que se pueden presenciar en la categoría de bronce del fútbol estatal, el duelo entre el Deportivo Alavés y Bilbao Athletic, primer y tercer clasificados del Grupo II de la Segunda División B. Todo un reto y ala vez una nueva oportunidad para los alavesistas, que tienen que quitarse de encima el mal sabor de boca que les dejó el tropiezo en Zaragoza para recuperar el ritmo de crucero apisonador que ha convertido al equipo de Natxo González en el mejor de la categoría por méritos propios. Eso sí, todas esas bondades y parabienes meritoriamente cosechados hay que reafirmarlos ahora ante uno de los oponentes más cualificados que se va a encontrar el conjunto vitoriano, que tiene ante sí una nueva opción de seguir manejando su lote con el puño de hierro que le ha caracterizado desde el arranque del curso.
El objetivo prioritario, como siempre que echa a rodar el balón, es conseguir la victoria, pero para lograrla antes tiene que quitarse de encima el cuadro alavesista las malas sensaciones que dejó el pasado domingo en Zaragoza. Allí se pudo ver a la que sin duda fue la peor versión de este equipo en todo el curso: sorprendido en el marcador desde muy pronto y sin apenas poder de reacción hasta que no había nada que hacer. Se ha caracterizado este Glorioso por ser un bloque granítico asentado en unos sólidos cimientos defensivos, pero en las últimas jornadas parte de esa solvencia atrás se ha desvanecido generando problemas añadidos a la hora de sumar de tres en tres.
No son muchas las dudas que ha sembrado este equipo a lo largo del presente curso y por eso es tan importante despejar cualquier atisbo de zozobra cuanto antes. Todo, o casi todo, ha marchado viento en popa hasta la fecha y no sería bueno que en vendaval se pusiese en contra antes del parón navideño por culpa de un par de malos resultados. Por ello, una victoria esta tarde ante un oponente del fuste del Bilbao Athletic serviría para despejar esos ahora tímidos nubarrones que se dibujan en el horizonte que podrían tornarse aún más oscuros de añadirse otro mal resultado al que ya viene en la mochila.
Llega de nuevo Natxo González a este compromiso con las piezas justas para afrontarlo, una situación que no se resolverá hasta la apertura del mercado de invierno, cuando se cubrirán las bajas de los lesionados de larga duración Rubén Negredo y Miguel Martínez. A estas dos ausencias hay que añadir las de otros futbolistas que arrastran dolencias que no les permitirán estar disponibles hasta 2013, como ocurre en los casos de Juanma Delgado o Sergio Ayala.
Como contrapartida se producirá el regreso de Manu García y, casi con total seguridad, también el de Beobide. El guipuzcoano se ha erigido en una pieza fundamental de este equipo y su ausencia se ha notado bastante, por lo que todo hace indicar que, pese a que mantiene molestias, esta tarde será de la partida para potenciar el trabajo de destrucción en el centro del campo alavesista.
Todo ello para hacer frente a un Bilbao Athletic que marcha tercero en la tabla y que es un equipo que propone un juego muy alegre. A imagen y semejanza de lo que ocurre en el primer equipo con Marcelo Bielsa, José Ángel Ziganda ha instaurado un patrón futbolístico en el que el balón predomina por encima de todo dentro de un equipo que saltará al césped de Mendizorroza a tratar de tú a tú al Alavés, muy al contrario que la mayoría de componentes del Grupo II, que suelen llegar al campo del Paseo de Cervantes con el único objetivo de encerrarse y tratar de torpedear el juego alavesista.