Vitoria. Tras dos semanas en el dique seco, el retorno de una pieza tan crucial como es Jagoba Beobide para el esquema del Glorioso sigue siendo una incógnita.

El mediocentro guipuzcoano comenzó ayer el entrenamiento con el resto de la plantilla pero hubo de retirarse al poco de arrancar éste para trabajar en solitario. Una historia que se ha repetido en más de una ocasión en los últimos días. Beobide padece una lumbalgia y el tratamiento, conservador, así como su progresión, dependen del dolor que sienta el afectado.

Beobide está siendo uno de los jugadores más destacados de este Alavés, líder de su grupo y equipo más destacado de la categoría en este final de año. El mediocentro guipuzcoano comenzó la temporada a la sombra de la pareja que se adueñó del mediocentro babazorro: Miki y Jaume. No obstante, la lesión del primero le otorgó la titularidad al centrocampista que ha venido demostrando, partido tras partido, su valía, tanto en labores defensivas como cuando el equipo ataca el arco rival.

Beobide encadenó diez partidos consecutivos como titular, y jugando los noventa minutos, antes de caer lesionado en las postrimerías del encuentro ante la Gimnástica de Torrelavega. Desde entonces el guipuzcoano se ha ausentado en los cruces ante el equipo cántabro, en la vuelta copera en el Camp Nou y en el encuentro del pasado fin de semana en Gasteiz ante el filial del Racing de Santander.

Si bien Beobide se ha convertido en un pilar de este Alavés es justo reconocer que, antes de que entrará en el once, Miki se había desenvuelto con soltura. El catalán, no obstante, ha bajado su rendimiento a su regreso, aunque no de manera notable. Sin dejar de cumplir sobre el césped.

Lo reducido de la plantilla del Deportivo Alavés este curso tiene sus pros y sus contras. Una plantilla corta posibilita la participación e implicación de la práctica totalidad de los jugadores que integran el plantel aunque también puede suscitar problemas puntuales -mientras las lesiones no sean cuantiosas o numerosas como es el caso- en jornadas como la que se avecina este fin de semana.

Con las bajas de Rubén Negredo y Miguel Martínez, ambas prolongadas; la de Sergio Ayala, con una microrrotura en el bíceps desde la antesala del encuentro de vuelta de Copa del Rey ante el Barcelona; la de Manu García, por sanción; y ésta posible de Beobide; Natxo González deberá realizar ciertos retoques pese a que la versatilidad del plantel no augura demasiados quebraderos de cabeza para el técnico gasteiztarra.