Con cuatro Sergios -Herrera, Pérez, Llamas y Ayala- se presentaba el Deportivo Alavés en el Camp Nou, los cuatro jóvenes promesas, tres de ellos formados en la cantera de Ibaia y el otro en la del propio Barcelona. Cuatro Sergios que se despertaron ayer soñando que podían estrenarse en el anfiteatro barcelonista con apenas diecinueve años de edad. Cuatro Sergios y cuatro historias en Can Barça, unas más felices que otras, dentro de una noche que todos ellos recordarán.

Todo canterano sueña con vestirse un día la camiseta del primer equipo del club en el que se ha formado, pero pocos son los que pueden convertir esas ilusiones en realidad. Muchos menos todavía son los que pueden presumir de haber jugado su primer partido en profesionales en un escenario como el del Camp Nou, cuna de alguno de los más grandes jugadores de la historia y tablas teatrales donde se han exhibido los más brillantes astros del planeta fútbol. Pues ahí, en tan magno lugar, el joven cancerbero Sergio Herrera gritó a los cuatro vientos que quiere ser una figura relevante en el mundo del balompié. Y, a ser posible, defendiendo la portería del Deportivo Alavés.

Con apenas 19 años, el guardameta de Miranda de Ebro alcanzó la titularidad con la camiseta alavesista. Podía haberle llegado la oportunidad de manera inesperada el pasado sábado en Torrelavega cuando se lesionó Miguel y este problema se unió a la ausencia de Iturrioz, pero el riojano puso todo su empeño y su salud en juego para jugar en El Malecón. Ausentes ambos, el portero del filial que la pasada temporada lo era del juvenil era la única alternativa. Le tocaba estrenarse y, además, se trataba de un debut tan grandioso como peliagudo. Porque es bonito jugar por primera vez con la camiseta del Alavés y hacerlo en un estadio como el Camp Nou, pero el riesgo de que el sueño se convirtiera en pesadilla era evidente ante la contundente pegada de un equipo acostumbrado a triturar rivales y guardametas a golpe de gol.

Solventó Herrera sin muchos problemas una primera parte en la que nada pudo hacer en el gol de Adriano, mientras que comenzaba su particular batalla con Villa, de la que salió ganador en las dos primeras intentonas hasta que el asturiano ajustó el punto de mira. Eso sí, el joven meta sale reforzado de este duelo y demuestra que hay madera.

Desde el banquillo vio el partido el que es su compañero bajo palos en el filial, para el que estar en Barcelona ya era un premio enorme al no ser siquiera habitual en los entrenamientos. Más suerte en este sentido tuvo un Sergio Llamas para el que la jornada de ayer no era la del debut, pero en la que seguro que vivió las mismas emociones que el día que se estrenó el Teruel. Once minutos y el descuento tuvo para mostrarse el centrocampista de Ariznabarra, quien poco a poco va sumando experiencia con el primer equipo a lo largo de una campaña como la presente que le está sirviendo de excelente aprendizaje.

En la otra parte de la balanza, la de las decepciones, cabe situar la nueva ausencia de Sergio Ayala en una convocatoria. Al jugador, que ha desarrollado toda su carrera en la cantera barcelonista, le hacía una especial ilusión estrenarse en el Camp Nou con la camiseta del Alavés, pero de nuevo se quedó fuera de la convocatoria como consecuencia -según desveló Natxo González al final del duelo- de unos problemas musculares.