El ritmo de bólido de Fórmula 1 que ha adquirido el Deportivo Alavés en el arranque de la temporada puede conducirle, de mantenerse, a batir toda clase de registros. Treinta puntos en doce partidos, habiendo dejado solo seis por el camino, es una cifra que asusta y que le permite al conjunto vitoriano avanzar hacia todos sus objetivos con pasos de gigante. El play off se antoja ciertamente factible cuando solo se ha disputado el primer tercio de la campaña, mientras que las bases para alcanzar en ansiado liderato, esa plaza que tantas ventajas otorga en la pelea por el ascenso, están sólidamente asentadas y no ha ocurrido como en campañas precedentes, en las que alcanzar dicho hito se convirtió en una quimera casi desde el principio.
Comparando con el pasado reciente, el equipo de Natxo González ha conseguido igualar en apenas doce jornadas esos treinta puntos que fueron los conseguidos el pasado curso en toda la primera vuelta con Luis de la Fuente y José Carlos Granero. Mejor fueron las cosas en la campaña 2010-11, cuando de la mano de Miguel Ángel Álvarez Tomé se consiguió la mejor de las seis vueltas del equipo albiazul en su reciente andadura en la categoría de bronce con 38 puntos que ahora se ven seriamente amenazados. Por último, el registro de 29 puntos logrado por el equipo de Javier Pereira en el regreso a Segunda B ya ha quedado superado.
Llama especialmente la atención la velocidad con la que el Alavés ha conseguido cosechar esta temporada sus treinta primeros puntos. Apenas doce jornadas cuando en el pasado curso necesitó diecinueve -la primera vuelta completa- y en la campaña 2009-10 los alcanzó en veinte partidos. El único que resiste la comparativa es el equipo de Álvarez Tomé, que los logró en quince jornadas, aunque después protagonizó la peor vuelta de esta etapa con 28 puntos.
El conjunto albiazul aspira a batir sus propios registros, pero también amenaza con batir los absolutos de la categoría con su imparable andadura que en estos momentos le lleva a una proyección de 95 puntos (el tope de la categoría lo comparten Murcia y Mirandés con 82), imposibles de alcanzar a todas luces porque antes o después llegará una mala racha que haga imposible acumular semejante cantidad de buenos resultados sin apenas fallo.
la experiencia de natxo El primero que tiene a su alcance con siete partidos y veintiún puntos por ponerse en juego es el de la mejor primera vuelta de la historia de la categoría desde el cambio de milenio que ostenta desde la temporada 2005-06 el Salamanca, que consiguió la friolera de 46 puntos en sus primeros diecinueve compromisos ligueros. El equipo de Natxo González tiene un tope de 51 y el margen de error es escaso, pero con su actual proyección de 2,5 puntos por partido, muy difícil de mantener, le daría para superarlo.
Además, el conjunto charro, que acabó al final de la fase regular líder de su grupo con 75 puntos para posteriormente conseguir el ascenso a Segunda, tardó una jornada más que el actual Alavés en alcanzar los treinta puntos, ya que dicho hito lo lograron los castellanos en la decimotercera jornada tras empatar en casa contra el Amurrio.
Para quien no supone novedad alguna sumar una cantidad ingente de puntos en una primera vuelta es para Natxo González. El actual preparador albiazul firmó 44 puntos en la campaña 2009-10 con el Sant Andreu en un curso en el que el equipo cuatribarrado concluyó líder de su grupo con 78. Eso sí, el preparador vitoriano precisó por aquel entonces de quince jornadas para superar la barrera de los treinta puntos en el casillero.
Esta cifra de 44 puntos, la segunda mejor, la han conseguido varios equipos a lo largo de los últimos años, ya que además del Sant Andreu, también la lograron el Villarreal B (2008-09) y el Universidad de Las Palmas (2005-06).
El podio se completa con los 43 puntos logrados por el Cádiz en la campaña 2008-09, pero el equipo amarillo es el único que con doce partidos disputados había conseguido superar la barrera de los treinta puntos. Los gaditanos contaban a estas alturas de curso con 31 puntos, siendo los únicos que mejoran los actuales registros de un Alavés que se dispone a fulminar todos los precedentes.