la andadura de Natxo González al frente del Deportivo Alavés apenas se alarga durante cuatro meses, pero a lo largo de este corto espacio temporal el preparador vitoriano ha demostrado que es un técnico con recursos, con capacidad para adaptarse a las circunstancias de cada partido y al que no le tiembla el pulso cuando tiene que incluir variaciones en sus habituales sistemas de juego. Un retoque por aquí, un cambio por allá, una variación por acullá... Varias son las ocasiones en las que el preparador albiazul ha variado sus planes tradicionales para adaptarse a las particularidades de un rival o de un terreno de juego en concreto y no sería de extrañar que este sábado en la visita al Amorebieta volviese a echar mano de esos recursos de buen entrenador que ya ha evidenciado para tratar de inclinar a su favor la balanza de un duelo clave. Incluso existe ya un espejo en el que mirarse, una receta ya escrita. La que llevó al Alavés a superar al Huracán.
Y es que el equipo valenciano y el Amorebieta comparten entre sí muchas particularidades. Tantas, que no sería para nada de extrañar que Natxo González volviese a repetir la misma disposición táctica que utilizó para alcanzar los dieciseisavos de final de la Copa del Rey en un partido en el que el Alavés estuvo brillante, minimizando casi por completo a su rival con su disposición táctica. Ahora, el equipo de Axier Intxaurraga se plantea como una nueva prueba del mismo perfil, un equipo de gran potencial físico que apuesta primordialmente por el juego directo y que cuenta a su favor con el conocimiento de un terreno de juego de dimensiones reducidas en el que la atención tiene que ser permanente porque el balón se mueve a una velocidad endiablada de una a otra portería.
En aquel partido en Manises Natxo González apostó por primera vez, y hasta ahora única, por componer una defensa de cinco elementos y tres centrales. Luciano, Agustín -que se estrenaba aquel día después de unos pocos minutos ante Osasuna- y Javi Hernández conformaron el eje de una zaga enormemente poderosa desde el punto de vista físico mediante la cual se trató de frenar el poderío el Huracán en su estilo de fútbol directo y las jugadas a balón parado. Los centímetros abundaban en el conjunto valenciano y también son una cualidad destacada en un Amorebieta que cuenta con varios jugadores que son especialistas en el juego aéreo, por lo que la disposición de esta variante táctica se presenta como una opción bastante adecuada para el partido venidero.
centímetros arriba Natxo González dotó de solidez al eje de la zaga, que apenas sufrió más allá de diez minutos en todo el partido, con tres centrales de buena talla que controlaron a la perfección los balones colgados desde lejos. La presencia del trío, además, dio más libertad de movimientos a dos laterales de largo recorrido como Óscar Rubio y Manu García, que pudieron sumarse al ataque al tener guardadas las espaldas con la presencia de los tres centrales y también con el doble pivote formado por Jaume y Beobide.
Con la presencia de estos dos jugadores en el centro del campo, se aseguró el Alavés un enorme trabajo físico y un sacrificio notable a la hora de recuperar balones, sumando además la capacidad de incorporación desde atrás del mediocentro de Azpeitia, que es de los que se crecen cuando los partidos se convierten en una batalla.
También en el ataque, dentro de un sistema difícil de catalogar con números, se produjeron variantes, ya que Natxo González le dio libertad de movimientos en la mediapunta a Guzmán, dejando dos referencias ofensivas con caída a las bandas en las figuras de dos puntas fornidos y altos como Negredo y Juanma, otra apuesta por ganar los balones por arriba.
Si el preparador alavesista se reafirma en esa misma opción de actuar con tres centrales ante un rival como el Amorebieta y en un campo como Urritxe, la única duda que queda es saber quién puede ocupar el puesto del lesionado Negredo. Esta receta táctica le funcionó a las mil maravillas al técnico vitoriano en Valencia, donde preparó un plato de tres tenedores, así que no sería extraño que la repitiese en otro partido de similares características.