vitoria. Miquel Martínez Moya Miki volvió a entrenar ayer con el Deportivo Alavés tras casi un mes de parón debido a una rotura de fibras configurando, de esta manera, el plantel al completo del equipo a excepción de Rubén Negredo, aquejado de una rotura de ligamento cruzado de la rodilla izquierda que le dejará en el dique seco alrededor de seis meses.

Si algo puede achacársele a este Glorioso 2012-13 es lo reducido de una plantilla que, todo hace indicar, deberá hacer encaje de bolillos para completar alguna que otra convocatoria cuando las lesiones castiguen al equipo. Pues bien, a día de hoy la de Rubén Negredo es, por fortuna, la única baja de la escuadra pero, desgraciadamente, se trata de una ausencia, en principio, considerable. A este respecto, Natxo Gonzáez remitió a los medios a la dirección técnica, encargada de materializar la incorporación de turno en el mercado invernal.

Miki se lesionó en el último encuentro que perdió el Alavés. El pasado 6 de noviembre, ante la Real Sociedad B, el catalán entró en el campo para aportar criterio a través de una salida de balón más controlada. Sustituyó a Jaume en el minuto 73 y su concurso se notó para bien aunque no fue suficiente para evitar esa segunda derrota.

En el partido anterior que supuso la otra claudicación en liga de los hombres de Natxo González, la historia fue similar. Miki entró al césped con 2-0 en el minuto 71 por Sendoa -González es un entrenador metódico- y pese a que los eibartarras tardaron tres minutos en romper el choque con el 3-0, de nuevo, Miki oxigenó el centro del campo alavés.

El concurso del centrocampista en las únicas derrotas ligueras no fue testimonial, pero tampoco determinante. Es más, fue de los mejores en ambos cruces. No obstante, conviene señalar que el equipo se ha desenvuelto bien sin él al mando. Análisis ventajistas a un lado, lo cierto es que este Alavés que, como se señalaba con anterioridad, no puede permitirse el hecho de prescindir de ningún jugador, ha recuperado a uno de sus integrantes con más talento.