Vitoria. En el regreso a su hogar, Miguel Martínez fue capaz de ser profeta en su tierra para aguar por completo a la Unión Deportiva Logroñés y sus aficionados en una primera parte en la que sus intervenciones fueron fundamentales para que un Deportivo Alavés excesivamente gris conservase opciones de triunfo de cara al segundo periodo. El guardameta riojano tuvo varias acciones determinantes, pero la más destacada llegó a un disparo desde la frontal de Iturralde en el que tuvo que estirarse al máximo para tocar el balón con la punta de los dedos y despejarlo al larguero. Miguel se lleva los tres puntos de la jornada y entra en el podio del Trofeo al Jugador más Regular.

Dos puntos se lleva un futbolista como Óscar Rubio cuyo crecimiento parece no tener fin en la presente campaña. El lateral derecho catalán, a pesar de sufrir al principio del choque, supo sobreponerse a ese complicado inicio para firmar otro partido notable en el que sus llegadas desde atrás por la banda derecha fueron fundamentales para meter atrás al Logroñés, sobre todo en la segunda parte del choque.

El último punto se lo lleva su compañero de andanzas en la banda derecha, un Guzmán que consiguió desde el punto de penalti el quinto gol de la temporada y que es líder en solitario de la clasificación.