De entre las miles de almas que se congregarán en Mendizorroza para empujar al Alavés hacia la que sería una de las proezas más heroicas de su dilatada historia, habrá más de una que no presione con tanta fuerza. Es más, alguna de ellas no presionará en absoluto, desde el apoyo al equipo rival pero también, eso sí, desde la simpatía al local.

Aficonados culés los hay en medio mundo y, por supuesto, en Gasteiz también. Los más comprometidos están enrolados en una de las peñas con más tirón dela capital alavesa. EuskoBarça, fundada en 1991, aglutina a un buen número de aficionados culés que verían con buenos ojos el acceso de los azulgrana a la siguiente ronda, si bien su perspectiva no es muy diferente del del alavesista común, ya que, como recuerda Gorka Muñoz, presidente de la peña "el Alavés ya ha hecho suficiente con llegar hasta aquí, su objetivo real es el ascenso. Ahora, si pasa de esta ronda, cojonudo".

Muñoz cree que el grueso de los integrantes de EuskoBarça serán felices con el resultado que acontezca el próximo martes en el terreno de juego de Mendizorroza. "Hay quien está con el corazón dividido, la mayoría, yo por lo menos lo estoy. Pero también hay quien va con el Barça porque es culé de toda la vida, ha venido a Vitoria de fuera... Hay de todo. Me imagino que en Barcelona habrá gente de Vitoria que, por circunstancias de la vida, está viviendo allí y le pase lo mismo", explica.

A los puntos No obstante, si hubiera que decidirse por uno de los dos equipos, el presidente vaticina que los locales ganarían a los puntos. Y es que la traducción matemática de este corazón dividido resultaría en un 50% de apoyo a cada uno de los contendientes en esta eliminatoria pero Muñoz se apresura en subrayar que habrá "alguno más" que apoye al Glorioso. "Más de uno somos accionista del Alavés incluso". "La gente aquí es muy futbolera", concede. Además, matiza la masiva presencia gasteiztarra a pesar de que cuenten con fichajes foráneos: "Entre los vitorianos y los que llevan de toda la vida en Vitoria, seremos el 90% más o menos".

Una presencia masiva de vitorianos con simpatía por el Barcelona porque es comprensible que las generaciones que se criaron con el Alavés en Segunda División B tengan una preferencia entre los clubes que han militado históricamente en primera División. "Yo soy del 76 y me ha pasado eso. Antiguamente por la tele no echaban al Alavés y tenías otros equipos", explica Muñoz. Una suerte para el aficionado al deporte rey que puede seguir las trayectorias de los dos equipos de sus amores. "Yo siempre digo que nosotros disfrutamos el doble, seguimos a dos equipos que juegan dos ligas, aunque el Alavés estuviese en Primera, muy diferentes", explica.

Visitas ilustres Este casi cuarto de siglo de historia ha dado para más de una anécdota, pero Muñoz se queda con la vez que desde la peña invitaron al que fuera vicepresidente culé durante veinte años, Nicolau Casaus, a presenciar un encuentro del Alavés: "Cuando el Alavés estaba en Segunda, por el 98, vino a Euskadi Nicolau Casaus. El Barcelona jugaba contra el Athletic en Bilbao. Así que, por medio del club, le invitamos al Alavés para que fuera al palco. Nos llamaron del Barça preguntando que qué club era, ¿Alavés? ¡Éramos líderes de Segunda! No sabían si éramos el Alavés, el Avilés...". Hitos en la trayectoria albiazul como la disputa de la final de la Copa de la UEFA han contribuido a desvanecer ese desconocimiento sobre el equipo gasteiztarra.

Con todo, la conclusión general ante este reto de proporciones épicas para albiazules y culés, es que ya se ha ganado. "Yo, el alegrón me lo he llevado con ver al Barça, va a dejar una buena taquilla pero es un partido totalmente desequilibrado... Me da lo mismo quien pase de los dos porque la siguiente eliminatoria, que será contra la Real Sociedad o contra el Córdoba, voy a ir con el que gane". Porque Muñoz no descarta una victoria local. "Claro que el Alavés puede ganar, para eso es fútbol", razona mientras se congratula por el momento que afición y equipo vivirán el próximo martes: "A algún amigo de Miranda ya le decía el año pasado: "Habéis llegado a semifinales pero no os ha tocado ni el Madrid ni el Barça". Para muchos, la práctica totalidad, sólo quedará disfrutar. Por una vez, el resultado apenas importará en las gradas de Mendizorroza. Suceda lo que suceda sobre el terreno de juego la alegría les invadirá de una u otra manera y, además, todavía les quedará el encuentro de vuelta -que se disputará el próximo 28 de noviembre en el Camp Nou- para seguir disfrutando.