Vitoria. A lo largo del año, existen periodos unidos inexorablemente a la dificultad. Así, por ejemplo, hablamos cíclicamente de la cuesta de enero para hacer referencia a lo complejo que resulta cuadrar las cuentas domésticas después de los habituales dispendios navideños o tememos más a que un feroz enemigo los enormes desembolsos que acompañan al inicio del curso escolar en septiembre después de haber gastado en las vacaciones veraniegas el escaso remanente que quedaba en nuestros despoblados bolsillos. Son épocas duras pero a las que, a fuerza de padecerlas, prácticamente todo el mundo se ha acostumbrado ya y está preparado para afrontarlas.

Pues bien, en el ámbito del fútbol sucede algo parecido. Cuando, al inicio de cada ejercicio, se conoce el calendario que tendrá que recorrer cada equipo, siempre aparecen tramos de competición marcados en rojo en los que la dificultad se concentra. En esta ocasión, el Deportivo Alavés está a punto de afrontar uno de ellos en su particular cuesta de noviembre. Y es que en las próximas cinco semanas el plantel del Paseo de Cervantes se encontrará con algunos de los rivales de mayor entidad de su grupo y, además, disfrutará del aderezo especial de la eliminatoria de Copa del Rey contra el todopoderoso Barcelona entre medias.

Siendo estrictos, lo cierto es que este particular Tourmalet no arrancará en noviembre sino en el epílogo del presente mes de octubre. Tras los duelos asequibles de las dos últimas semanas ante Osasuna B y Peña Sport, la décima jornada liguera que se disputará el próximo fin de semana devolverá al cuadro de Natxo González a la dura realidad.

De esta manera, el conjunto vitoriano arrancará este particular periplo de altura visitando al U.D. Logroñés de Pepe Calvo. La escuadra riojana, que ocupa actualmente la séptima posición en la tabla clasificatoria con catorce puntos, es una de las claras favoritas a ocupar una posición de play off a la conclusión de la temporada regular y cuenta con el respaldo económico de Félix Revuelta. Aunque como suele ser habitual por su parte no arrancó la temporada demasiado bien se encuentra remontando posiciones y no conoce la derrota desde que en la segunda jornada la alineación indebida de uno de sus jugadores le llevó a encajar un 0-3 en los despachos (el duelo sobre el terreno de juego había concluido con empate a un gol).

El duelo, que inicialmente estaba programado para el domingo, se disputará finalmente a las ocho de la tarde del sábado. Gracias a este adelanto, el Alavés ganará algo de tiempo para poder preparar algo mejor su siguuiente compromiso. Y esta sí que es una cita de entidad. porque nada menos que el todopoderoso Barcelona de Messi, Iniesta, Xavi, Villa y compañía visitará Mendizorroza el próximo martes día 30. Será el encuentro de ida de la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey y aunque la jornada, suceda lo que suceda sobre el césped, debe convertirse en una fiesta para el equipo y la afición, implicará inevitablemente un importante desgaste.

Ese será precisamente el principal obstáculo al que tendrá que hacer frente El Glorioso cuando en la undécima jornada reciba al Sestao. Aunque se trata a priori de un rival asequible, la bajada de tensión que puede producirse tras el paso del Barça por Vitoria y el cansancio acumulado convierten el duelo en una cita trampa.

A renglón seguido, el combinado de Natxo González se encontrará con una doble confrontación de altura ante rivales directos por el ascenso. De esta manera, primero visitará al Amorebieta en su siempre complicado feudo de Urritxe y una semana después recibirá al Lleida. Es decir, jugará de manera consecutiva contra el tercer y cuarto clasificados en estos momentos con dieciocho y diecisiete puntos respectivamente.

Para completar la ascensión de esta particular cuesta de noviembre, el Alavés se desplazará a Torrelavega para medirse a la Gimnástica. El equipo cántabro marcha en la zona media de la tabla pero la pasada temporada ya fue capaz de sacar un empate en la última jornada cuando la escuadra vitoriana necesitaba el triunfo para apurar sus opciones de colarse en el play off de ascenso. Además, apenas tres días después, el miércoles 28 de noviembre, se disputará el choque de vuelta de la Copa ante el Barça con la peligrosa distracción que puede ejercer.