Vitoria. Imbatido e invicto. Cuatro victorias por ninguna derrota con siete goles a favor y la portería aún sin perforar por rival alguno. Los números del Deportivo Alavés en esta campaña liguera 2012-13 se antojan harto difíciles de igualar en el panorama estatal. Al menos en lo que concierne a la Segunda División B nadie lo iguala. Hay equipos invictos; como el Tenerife y Cartagena, líderes del Grupo I y IV respectivamente; pero los dos han tenido que recoger el balón de sus redes en dos ocasiones. Está también invicto el Elche en Segunda División tras cinco partidos pero ha recibido otros tantos goles y el F.C. Barcelona, que en cuatro envites ha concedido tres goles.
Esta recolección de datos no hace sino señalar el excelso arranque del conjunto que ahora dirige Nacho González. Para atisbar un ejemplo similar se ha de bajar la vista hacia las categorías inferiores. No hay que irse muy lejos, en Tercera, en el Grupo Vasco, el Leioa suma cuatro victorias con cinco goles a favor y ninguno en contra, mientras que, con un partido menos, el Haro lleva nueve goles contra cero para tres victorias en el Grupo Riojano y el Cieza, también invicto e imbatido, ha marcado cuatro tantos.
Síntomas, sin duda, que denotan la buena marcha de los albiazules, aunque bien es sabido que en el deporte profesional no conviene confiarse un ápice. Para corroborar esta máxima, nada más fácil que echar la vista, ahora, atrás en el tiempo. A lo largo de los diez últimos años en los cuatro grupos que componen la Segunda División B, tan sólo dos equipos estaban imbatidos e invictos a estas alturas de temporada, Fuerteventura (2007-08) y el desaparecido Universidad de Las Palmas (2006-07), ambos en el Grupo Centro. Acabaron tercero y cuarto respectivamente pero fallaron en el play off. Es más, únicamente uno de los imbatidos, el Salamanca 2005-06 que había marcado seis goles para tres victorias y un empate en el Grupo Norte, y dos de los cuatro invictos, Lugo 2011-12 y Cartagena 2008-09, acabarían ascendiendo.
No es cuestión, ni mucho menos, de infravalorar el impoluto arranque de los hombres de González pero sí de matizar la euforia reinante en un club acostumbrado a una exigencia mayor de la vertida por jugadores y directiva en los últimos tiempos. Tras aquel largo periodo de decepciones, éste es un presente magnánimo para la afición y, por ello, el golpe, la derrota o el gol se antoja doloroso cuando llegue. Porque llegará.
No conviene ser alarmistas. Y es que, más allá de los números con los que se haya fraguado, el liderato que ostenta el Deportivo Alavés es, siempre según la estadística reciente, un buen augurio. Factor que se acentúa en este Grupo Norte, el dos en esta campaña. Siete líderes dentro de esta agrupación competitiva y en esta jornada han acabado el campeonato en idéntica posición a lo largo de la última década. Seis han ascendido, uno, el Ferrol (2003-04) era colíder junto al Pontevedra. El único que no ostentaba el liderato en solitario en la jornada cuarta, vaya. Finalmente ambos ascendieron. Diez lo hicieron en el cómputo total de la Segunda División B, tan sólo cuatro más. Por lo que el Grupo II parece sinónimo de regularidad, al menos, en lo alto de la tabla. Por contra, el Grupo IV, el del sur, no ha podido aupar a ninguno de sus líderes en esta cuarta jornada a la Segunda División en los últimos diez años. Si nos ponemos catastrofistas, cabe remarcar dos descensos, los del Noja, (2002-03, Grupo Norte) que tras sumar nueve puntos en cuatro encuentros acumuló tan sólo 28 más en el resto de temporada, y el San Andreu 2006-07, que tras su pérdida de categoría daría la bienvenida a un Nacho González que haría historia en el club.
El vitoriano se hizo cargo del equipo que dirigía, por aquel entonces, Joan Gaspart, devolviéndolo a Segunda B a las primeras de cambio e incluso optando en campañas venideras al ascenso a la segunda categoría del fútbol estatal. Como guinda, consiguió la Copa Catalunya. Este meritorio logro le puso en la órbita de clubes de superiores aspiraciones como el Alavés con el que, a día de hoy, maneja números de vértigo. Unos números que únicamente ha superado el Universidad de Las Palmas en este periodo. Con cuatro victorias por cero derrotas y diez goles a favor contra una portería imbatida, los canarios acabaron cuartos a final de campaña y no consiguieron subir. Las temporadas en Segunda B son muy largas.
Aunque más allá de los números cosechados en otras latitudes, quizás sean los asociados a las peculiaridades del fútbol que se practica en la zona los que acerquen algo más a la realidad de este Alavés. Hay que remarcar que, desde el curso 2002-03, todos los líderes en la cuarta jornada del Grupo Norte han entrado en play off menos el Alavés B (2004-05), Real Unión y Noja (2002-03), que acabaría por descender de categoría. Ha habido tres líderes imbatidos: aquel Alavés B, la Ponferradina (2007-08) y el Palencia (2006-07), a la postre primero y tercero del grupo, pero ambos sin el premio del ascenso. Tres plenos de puntos y tres equipos imbatidos que no consiguieron ascender. Por otro lado, de los siete equipos que mantuvieron el liderato a final de temporada, tres ascendieron.
Por todo ello conviene relativizar los números de récord de este Glorioso. Más que relativizarlos es preceptivo curarse en salud, no confiarse desde el papel mismo del aficionado o los medios, ya que esto no ha hecho más que empezar. Aunque uno no puede dejar de echar un vistazo a arranques similares como el del Mirandés el pasado año (10 puntos con 3 goles a favor y ninguno en contra) que subió pulverizando récords (85 puntos) o los de la Ponferradina (2007-08) o el Palencia (2006-07) que comenzaron también con 4-0 y que acabaron con 67 y 65 puntos respectivamente, primero y tercero, sin lograr el ascenso en esos cursos. Distintas lecturas para una realidad que aún está tomando forma.