Vitoria. Incógnita despejada. Poco después de la una del mediodía de ayer quedaron fijados los emparejamientos correspondientes a la tercera eliminatoria de la Copa del Rey y el Deportivo Alavés conoció que el Huracán de Valencia será el último obstáculo que deberá superar para poder acceder al premio de recibir la visita en Mendizorroza de uno de los equipos de la Liga de las estrellas que disputan competiciones europeas. Puede decirse que el resultado del sorteo dejó un regusto agridulce en la entidad albiazul.
Y es que quien más quien menos tenía la ilusión de que, por una vez, la fortuna sonriera a la escuadra del Paseo de Cervantes y fuera la que quedara exenta de participar en esta ronda accediendo directamente a la siguiente eliminatoria. Sin embargo, no pudo ser y el agraciado resultó el Alcoyano. Además, el duelo que resolverá el cruce el próximo 17 de octubre -la eliminatoria vuelve a dirimirse a partido único- se disputará de nuevo, al igual que sucedió en la primera ronda ante el Catarroja, lejos de Vitoria. Es decir, que el plantel de Nacho González no podrá contar con el factor extra que siempre aporta la grada de Mendizorroza y, además, deberá adaptarse a un terreno de juego muy diferente al que está acostumbrado a utilizar como local.
Al menos, la entidad del adversario que supone en estos momentos el último obstáculo entre El Glorioso y un más que apetecible cruce con un conjunto europeo es, a priori, bastante inferior a la del club del Paseo de Cervantes. Un simple vistazo a las estructuras y las historias de ambos contendientes sirve para comprobar que si se cumpliera la lógica -algo que en el fútbol acostumbra a suceder bastantes pocas veces- el Alavés no debería tener excesivos problemas para acceder a la siguiente ronda.
joven y con un conocido Y es que mientras que El Glorioso acumula ya más de noventa años de historia a sus espaldas, el Huracán es un club de recientísima creación, ya que vio la luz de manera oficial en 2009. Esta es, por lo tanto, únicamente su cuarta temporada en activo. Las dos primeras militó en Tercera División y la pasada ya accedió a la Segunda B tras adquirir la plaza en los despachos. Pese a su condición de novel, sin embargo, el combinado valenciano mantiene una línea ascendente, se ha ganado fama de club serio y los buenos resultados le están acompañando.
De hecho, el pasado ejercicio -y pese a su condición de debutante en la categoría- concluyó en la tercera posición del Grupo III y disputó la fase de ascenso a Segunda División, algo que, por ejemplo, no fue capaz de conseguir el Deportivo Alavés. Una línea que ha mantenido en el inicio de esta temporada, ya que permanece invicto y con una victoria y dos empates cosechados (5 puntos) ocupa la tercera plaza de la clasificación. Por lo que respecta a su trayectoria en la Copa del Rey, en la primera ronda quedó exento y en la segunda consiguió eliminar a todo un Albacete en los lanzamientos de penaltis tras acabar los 120 minutos de juego con empate a un gol.
Dentro de una plantilla en la que escasean los nombres conocidos para el aficionado medio y que mantiene el bloque de la anterior campaña, los seguidores del Deportivo Alavés se encontrarán con un viejo conocido. Y es que el centrocampista valenciano Javi Rubio que el pasado ejercicio defendió la elástica albiazul sin demasiada fortuna se convirtió en uno de los refuerzos de última hora del Huracán pocos días antes de que se cerrase el mercado.