Vitoria. Al igual que sucede por ejemplo con los aviones o las modernas construcciones, el Deportivo Alavés deberá someterse a una prueba para detectar la fatiga de los materiales que lo componen. En el primero de los casos, se trata de una medida absolutamente vital e imprescindible para gozar de unas condiones de seguridad óptimas y prevenir accidentes. Trasladado al mundo del fútbol, supondrá el primer examen que comenzará a determinar si este nuevo e ilusionante proyecto albiazul reúne las cualidades suficientes para saldar con éxito sus ambiciosos objetivos. Y la reválida para el combinado de Nacho González llegará de inmediato. Será pasado mañana domingo, cuando rinda visita, a partir de las cinco de la tarde, al Teruel. Ese partido supondrá el tercero al que tiene que hacer frente el combinado de Mendizorroza en apenas siete días. Una acumulación de esfuerzos que acostumbra a cobrarse su peaje.

Por todo ello, el plantel vitoriano tendrá que recurrir a sus mejores argumentos para tratar de minimizar el cansancio y mantener el pleno de victorias que le ha aupado al liderato en solitario de la clasificación y a la tercer ronda de la Copa del Rey. Un propósito que, no obstante, no resultará en absoluto sencillo, puesto que el técnico del Glorioso no ha tenido demasiado margen para las rotaciones y unos cuantos de sus discípulos acumulan una importante carga de minutos en sus piernas.

De hecho, nada menos que siete jugadores de campo -un setenta por ciento- han disputado de manera prácticamente íntegra los compromisos de Liga del pasado domingo ante el Real Unión y de Copa el miércoles ante el Atlético Sanluqueño. Y, lo que es quizás más preocupante, todo apunta a que buena parte de ellos si no todos volverán a tener una buena ración de trabajo contra el Teruel.

Se trata, en concreto, de la defensa al completo, integrada por Óscar Rubio, Javi Hernández, Luciano y Manu García (todos han firmado un doblete en ambas citas). En idéntica situación se encuentran el centrocampista Miki, el mediapunta Guzmán -jugó íntegro el duelo del pasado fin de semana y fue sustituido en el minuto 88 en la Copa- y el delantero Rubén Negredo, que sólo se perdió los cuatro minutos finales del choque ante el Real Unión. En definitiva, el esqueleto principal del equipo que tan buen rendimiento ha ofrecido hasta el momento.

Si a ello se le añaden los problemas con los que se ha encontrado Nacho González para poder completar la convocatoria de citados en los dos últimos compromisos debido a las lesiones, se incrementa la sensación de que de la capacidad para superar la fatiga que demuestre el cuadro albiazul el próximo domingo en Teruel dependerá en gran medida sus opciones de éxito.

Con los justos Y es que, salvo sorpresa de última hora, el preparador alavesista volverá a disponer únicamente de dieciséis hombres en condiciones para poder ser de la partida en tierras turolenses. Teniendo en cuenta además que el delantero Juanma Delgado no cuenta hasta el momento con la confianza de González -de hecho en el encuentro de Copa del Rey ante el Sanluqueño fue desplazado a la grada y su puesto en el banquillo lo ocupó el canterano Sergio Llamas-, el esfuerzo volverá a caer previsiblemente sobre los mismos hombres.

Así, Miguel Martínez, que descansó en el torneo del K.O. pero ha disputado el resto de minutos de competición oficial, volverá a la portería. Entre los que han podido descansar algo esta semana (Beobide, Sendoa, Viguera, Barahona, Jaume y Jonan García) deberán compensar el cansancio de los más castigados y tratar de conseguir el preciado botín de tres puntos.