Barakaldo. Nacho González no ocultaba al término del partido que sirvió de estreno a su carrera como entrenador del Deportivo Alavés la satisfacción que le arrojaba el resultado. Prudente y sobrio en el discurso, sin estridencias y en la misma línea de cordura que viene manteniendo desde que llegó al cargo, el preparador vitoriano no tuvo problemas en reconocer en la sala de prensa de Lasesarre que al cuadro albiazul aún le queda mucho para dar todo lo que puede llegar a dar en el futuro. En cualquier caso, se mostró feliz por la solidez defensiva que mostraron sus pupilos, una virtud que pretende convertir en la base del éxito de su proyecto.
"Nos ha tocado sufrir como cabrones en defensa para poder disfrutar en ataque", esbozó su libro de estilo González. "Pero creo que hay que esperar. Insistíamos en los días previos que al equipo le queda mucho. Hemos salido en la línea de los últimos partidos. Hemos estado acertados en defensa, pero en ataque no. Hemos tenido muchos problemas para encontrar el balón", añadió.
A su juicio, en cualquier caso,
"Partido bastante equilibrado. Hemos empezado mejor que ellos, pero poco a poco se han ido imponiendo. Hasta el descanso hemos sufrido", reconoció. "Era un rival complicado, fuerte en el cuerpo a cuerpo. Y no es fácil".
El entrenador del Alavés tampoco negó que la expulsión que sufrió el Barakaldo en el segundo tiempo acabó siendo definitiva en el partido. "Yo creo que sí que ha sido fundamental la expulsión", reconoció. "Se han venido atrás, hemos tenido la posibilidad de tener más el balón. Y a partir de ahí, hemos sabido aprovecharlo", explicó.
No le duelen prendas a Nacho González al situar el resultado por encima de cualquier otro aspecto futbolístico. El objetivo para el que ha sido reclutado por el equipo de su ciudad natal es claro: el Alavés debe buscar el ascenso, y para eso hay que sacar los puntos, con más o menos espectáculo, con más o menos goles. Lo importante, como reseñó el propio González, es sacar adelante los encuentros
"Al final el objetivo es ganar", expresó el técnico gasteiztarra. "Teníamos que dar prioridad a ciertas cosas, centrarnos en determinados aspectos. Esto es un equipo nuevo. La prioridad era ser sólidos y tener seguridad en defensa, y a partir de ahí ir creciendo", aseveró González, que no tiene ninguna duda, y además lo dice, de que "este Alavés irá a más".
El técnico del conjunto local, Iñaki Zurimendi, no mostró una visión demasiado diferente a la de su homólogo. El entrenador del Barakaldo se lamentó ante todo de la expulsión de Alberto, que llegó justo en una fase del duelo en la que su equipo controlaba el juego. "Cuando mejor veía a mi equipo es cuando lo hemos perdido. Pero hemos jugado ante un gran rival. Creo que hemos merecido un punto cuando hemos estado once para once", zanjó.