vitoria. Luciano González valoró ayer positivamente el primer amistoso de la pretemporada del Alavés, saldado con un pírrico empate en Dulantzi ante un Elgoibar que puso en evidencia el escaso rodaje de un plantel pendiente aún de conseguir los automatismos necesarios y ensamblar a las numerosas piezas que han recalado en Mendizorroza. El central albiazul hizo hincapié en que "el equipo tuvo buena actitud y se vio que quiere ganar todos los partidos". Este hecho se antoja primordial en espera de que el juego vaya mejorando paulatinamente durante las próximas semanas. Y es que, a su juicio, "somos el Alavés y no podemos permitirnos el lujo de ir a un campo a empatar o perder un partido".
El empate ante los guipuzcoanos tiene una importancia relativa, dado que fue el primer test de un grupo completamente renovado al que se le vio sin chispa y sin grandes ideas. Luciano coincidió con Nacho González a la hora de enfatizar que lo primero será dotar de solidez a la línea defensiva y construir un bloque compacto que se atragante a los rivales. "Este equipo no desea ir a remolque, quiere llevar la iniciativa desde el primer minuto y ser fuertes atrás", manifestado un Luciano que también se mostró esperanzado con la posibilidad de ser una pieza fija en los esquemas de Nacho González.
Respecto al estado físico de la plantilla, cabe señalar que los tocados Beobide y Cano están mejorando de sus respectivas molestias, pero todavía continúan entrenando al margen del grupo en las dobles sesiones que viene celebrando el Alavés. Por tanto, es casi inviable que puedan ser de la partida en el triangular de mañana ante el Haro y el Zamudio que se celebrará a partir de las 11.00 horas en la localidad riojano-alavesa.