Vitoria. En las próximas horas el Deportivo Alavés podría sumar la cara de un viejo conocido a su nuevo proyecto. No se trata de un futbolista que años atrás militase en la entidad del Paseo de Cervantes sino de uno que a principios del mes de julio no entraba, por motivos económicos, en los planes de futuro. Los responsables del club y Sendoa han mantenido contactos a lo largo de todo este mes para buscar una solución al caso del extremo vizcaíno y, a falta de los últimos flecos, todo hace indicar que el futbolista seguirá ligado al conjunto vitoriano durante la campaña de contrato que todavía tenía vigente.
Los rectores albiazules, conscientes de que de una manera o de otra iban a tener que hacer frente a la práctica totalidad del contrato de Sendoa -por su edad, la retirada estaba en el horizonte e iba a renunciar a poco dinero-, han optado por una solución menos traumática que suponga a la vez un ahorro y una ganancia deportiva. Así, el club ha presentado al vizcaíno una oferta para renegociar las condiciones económicas de su anterior contrato -previsiblemente con un abono importante en el presente curso y el resto en pagos fraccionados- a cambio de respetar la fecha de conclusión del mismo, situada en el 30 de junio de 2013. Ahora solo falta que el propio futbolista dé su visto bueno a esta propuesta para que las dos partes matrimonien de nuevo después de su ruptura.
De esta manera, el Alavés conseguiría adaptar los emolumentos de Sendoa a la inquebrantable norma de austeridad que se ha autoimpuesto de cara a la temporada venidera y, a su vez, se aseguraría la presencia en la plantilla de un futbolista que a lo largo del pasado curso demostró ser desequilibrante.
Al contrario de lo que sucedía en el resto de casos de jugadores con los que no se contaba de cara al nuevo proyecto, desde el punto de vista deportivo Sendoa no ha estado nunca en entredicho. Su calidad y su capacidad para marcar diferencias en Segunda División B estás fuera de toda duda, pero el problema estribaba en un contrato absolutamente fuera de mercado. Una vez solucionado ese inconveniente, el vizcaíno será de nuevo una pieza de máxima relevancia en el equipo.
Vistos sus problemas físicos al final del pasado curso, donde se vio obligado a tirar del carro jugando todo el final de la temporada lesionado y muy mermado, lo que se pretende ahora es mantenerle oxigenado y fresco aprovechando la profundidad de la plantilla. Los rectores deportivos son conscientes de que estando en forma el vizcaíno es una pieza diferencial -el año pasado marcó doce goles y cada vez que tocaba el balón generaba peligro- y quieren aprovecharle en las posiciones de vanguardia. Su continuidad, además, reforzaría enormemente la banda izquierda, en la que incluso Manu García podría actuar como lateral izquierdo al quedar solo una ficha senior libre que irá destinada a la contratación del delantero centro de referencia.
Mientras que el caso de Sendoa parece estar cerca de cerrarse, el que sigue abierto y en punto muerto es el de Javi Casares. Las negociaciones de Zubillaga con el representante del jerezano se mantienen en punto muerto tras haber rechazado el jugador la oferta trasladada desde el club la semana pasada, en la que se le ofrecía la rescisión de su contrato a cambio de una compensación que Casares, vistas las ofertas que maneja, considera insuficiente. La situación amenaza con seguir alargándose en el tiempo si no aparece algún club que compense esa diferencia económica que el jerezano no está dispuesto a perder. Eso sí, en este caso el extremo diestro también se encuentra en una situación delicada al no poder arriesgarse a alcanzar la fecha final del mercado sin haber solucionado esta situación, ya que en Vitoria se quedaría sin ficha y a su edad tiene que asegurarse minutos para no ver perjudicada su carrera.