Vitoria. En el Deportivo Alavés continúa constante el goteo diario de nuevas incorporaciones y a primera hora de la jornada de ayer se hizo oficial una contratación que ya era toda una realidad desde la tarde del miércoles. Guzmán Casaseca, el extremo de Badajoz que la pasada campaña brilló con luz propia en las filas del Ceuta, se convertía en la duodécima incorporación realizada por la entidad del Paseo de Cervantes a lo largo de unas últimas jornadas que están resultando frenéticas en lo que se refiere al trabajo en los despachos de la dirección deportiva para dar forma al nuevo proyecto albiazul.
Más allá de la relevancia del fichaje de un jugador que llega a Vitoria con la vitola de ser un futbolista llamado a marcar diferencias desde la banda derecha o como mediapunta -el pacense firma contrato para la presente campaña, vinculación que se verá renovada automáticamente en caso de ascenso y de disputar un determinado número de compromisos oficiales a lo largo del nuevo curso-, al responsable de la parcela deportiva alavesista, Javier Zubillaga, se le empieza a plantear un problema numérico que, según sus manifestaciones, no parece preocuparle en exceso cuando quedan por delante cuarenta días con el mercado abierto. La llegada del extremo pacense supone la presencia en la plantilla de quince fichas senior cuando en la categoría de bronce el límite establecido por la Federación es de dieciséis. A una sola licencia del límite, cupo que se podría alcanzar en las próximas horas si cristaliza la operación que el club mantiene abierta con el central Javi Hernández, quien todavía no ha recibido la oferta que esperaba de Segunda División, concretamente del Huesca, lo que podría llevar al Alavés a anunciar su contratación a lo largo de la jornada de hoy.
La más que probable incorporación del central albaceteño supondría alcanzar ese tope de dieciséis licencias para futbolistas mayores de 23 años, pero Zubillaga no parece preocupado por este aspecto. Confía el director deportivo alavesista en liberar las dos fichas que en estos momentos ocupan Javi Casares y Sendoa y por esa razón parece evidente que no va a frenar su labor con las contrataciones de jugadores senior en el caso de alcanzar en las próximas horas el límite impuesto por la Federación.
Piezas destacadas Desde el club se tiene claro que más pronto o más tarde los dos jugadores que no entran en los planes de futuro de la entidad van a pactar su salida, por lo que la preocupación en este sentido es, en estos momentos, mínima. Eso sí, la situación podría tensarse si siguen pasando los días sin que tanto Casares -su marcha parece cantada al no poder arriesgar el jerezano su carrera deportiva- como Sendoa -su caso es más complejo por su edad y las nulas ganas de moverse de casa- reciban una solución al desacuerdo que en estos momentos existe entre sus propios intereses y los del Glorioso.
La importancia de esas dos fichas para jugadores mayores de 23 años es vital en los planes de futuro de un Alavés que ya tiene prácticamente definido su nuevo esqueleto pero al que aún le faltan por añadir algunas piezas relevantes que lo completen. Así, a la más que probable llegada de un central como Javi Hernández cabría añadir, como jugadores fundamentales, un lateral izquierdo, un centrocampista con dotes organizativas, otro jugador para la banda izquierda y un nuevo delantero centro.
Dentro de un mercado que este verano se está mostrando especialmente complicado por la escasez de dinero y de movimientos, de la habilidad de Zubillaga para moverse en las próximas fechas dependerá en buena parte el éxito alavesista en una campaña en la que el ascenso es el objetivo ineludible.