Vitoria. Sendoa Agirre trabaja con aparente normalidad como uno más dentro de la todavía famélica plantilla albiazul, pero su subconsciente no es ajeno a la situación de extrema debilidad e interinidad en un club que ya le ha trasladado con claridad tanto a él como a Javi Casares que no cuenta con sus servicios para la próxima campaña. Mientras ambas partes no alcancen un acuerdo para romper el año de contrato que les une, una hipótesis de momento inviable, eso sí, se hallan condenadas a verse prácticamente a diario las caras en lo que constituye un caso más de los múltiples desencuentros en el mundo del fútbol cuando hay dinero de por medio. En espera de que eso suceda, el veterano descarte del Alavés apeló ayer a su profesionalidad e incluso no quiso resignarse a mantener su taquilla en el vestuario de Mendizorroza.

"Hay que llevarlo con normalidad. No va a haber ningún problema, estoy entrenando como uno más. Es diferente en el sentido de que uno no cuenta para el club, pero en el día a día intento hacerlo lo mejor posible. A día de hoy, me veo aquí. No sé lo que pasará esta semana o el 20 de agosto. Cuando llegue ese día, tomaré la decisión conveniente", recalcó el futbolista, de largo, más caro de la actual nómina alavesista. Con una nómina cercana a los 120.000 euros anuales y un rendimiento que no satisfizo el pasado curso plenamente los deseos de la cúpula directiva tras ser reclutado como uno de los fichajes estrella, su futuro aparece teñido de sombras ante la intención de las altas esferas de reducir drásticamente el presupuesto para la plantilla en medio millón. Dado que el interior zurdo no está dispuesto a dar facilidades ni perdonar dinero, el conflicto tiene una difícil resolución.

Ni siquiera es factible que Sendoa continúe en la capital alavesa en el hipotético caso de que el Alavés le traslade una oferta a la baja y con unos emolumentos sensiblemente inferiores a los que tiene firmados para el ejercicio entrante. "Se me ha comunicado que no entro en sus planes. Ellos tendrán sus razones. Es una cuestión más del club, no mía. Esto es fútbol, son cosas que se ven en el día a día cuando no se cuenta con jugadores. Si te pones a repasar, seguro que en todas las plantillas hay algunos casos. Es respetable y no hay nada más que hacer. Me ha tocado a mí", asumió con cierta resignación.

"Educación y respeto" Agirre ha delegado en su agente la resolución de este espinoso asunto, ya que, se apresuró a declarar, "yo estoy al margen y vendré a entrenar hasta que me llamen para otra cosa". Si hace días se barajó la posibilidad de una retirada en el caso de que rescindiese su vínculo con la entidad del Paseo de Cervantes, ayer no se mostró tan tajante y abrió la puerta a seguir su carrera en otro lugar pese a sus 36 primaveras. "Soy un jugador al que ya me conocen. En ese sentido, no creo que tengan que verme, pero en el fútbol todo puede pasar. Lo que hoy es una cosa, dentro de una semana es otra. A día de hoy está así la situación. No habrá ningún problema siempre que haya educación y respeto, que lo habrá por las dos partes", aventuró Sendoa, que por si acaso no baja los brazos en espera de lo que le pueda deparar el futuro. El hecho de que tanto él como Casares no hayan sido apartados del grupo, como suele suceder en estos casos, ya es una buena noticia.