Vitoria. Todavía no está decidido en que categoría militará la próxima temporada ni quién será el encargado de dirigirlo pero ni mucho menos significa que no esté presente en la planificación que se está llevando a cabo en las oficinas del Paseo de Cervantes. De esta manera, el Deportivo Alavés tiene ya una idea muy clara de cómo debe ser su filial a partir del próximo curso y eso pasa por una consigna muy clara: cambio radical.

Y es que el conjunto albiazul está decidido a apostar por un giro total en la filosofía que debe regir al segundo de sus equipos. Así, la idea actual de los rectores de la escuadra vitoriana es llevar a cabo una renovación total del grupo y rejuvenecer al máximo la plantilla.

Bien es verdad, que todo este concepto inicial se verá enormemente mediatizado por la categoría en la que finalmente compita el filial del Glorioso la próxima temporada. En el recién concluido ejercicio, el equipo adiestrado por Jabi Luaces consiguió escapar de los tres últimos puestos de la clasificación que condenaban al descenso automático. Sin embargo, no le llegaron las fuerzas para evitar también la decimoséptima posición que le obliga a estar en estos momentos en manos de otros. Porque para que pueda repetir presencia el año que viene en el Gupo IV de la Tercera División, el Alavés B necesita que uno de los equipos vascos que aún tienen opciones -Laudio, Barakaldo y Portugalete- consiga el ascenso a Segunda B o que, como última alternativa, el Lemona no pueda superar sus gravísimos problemas económicos y no pueda ser de la partida el próximo mes de agosto. Si no se cumple al menos uno de estos dos supuestos, el filial albiazul se verá obligado a regresar a la Preferente alavesa con todas las consecuencias negativas que ello conlleva.

En cualquier caso y aún con los retoques que implicaría una u otra situación, los responsables de la entidad del Paseo de Cervantes están decididos a acometer la profunda rennovación del buque insignia de la cantera. De esta manera, la idea fundamental es que todos los integrantes de esta plantilla sean jugadores en edad sub' 23. Con esta medida tratan de fomentar el crecimiento de las jóvenes promesas del club y darles la oportunidad de foguearse compitiendo al máximo nivel posible. Con ello, se conseguiría reducir la distancia que separaría el salto desde el filial al primer equipo albiazul y los canteranos estarían en mejores condiciones de ayudar a sus mayores cuando fuera necesario su concurso.

Sin embargo, como prácticamente todas las situaciones, esta vuelta de tuerca en la filosofía que se quiere aplicar a la cantera alavesista también ofrece una cara no tan agradable. Especialmente para aquellos que se van a ver afectados indefectiblemente por la medida. Y es que un buen número de los actuales integrantes de la plantilla del filial del Glorioso ya conocen que no continuarán formando parte del proyecto vitoriano. Es el caso, por ejemplo, de jugadores como Iván Claver, Sergio Pardo, Arkaitz Aguirre, Ibai Martínez de San Vicente, Iván Vila, Endaitz Martínez de Sabarte, Ekaitz, Ander Franco o Iñigo de las Heras, que no entran dentro de los nuevos parámetros de edad que desea implantar el club.

Bien es verdad que en función de las necesidades y de la opinión de la persona que sea elegida para sentarse en el banquillo y dirigir el nuevo proyecto podría producirse alguna excepción a esta norma que mantuviera a alguno de ellos dentro del equipo pero, desde luego, no será ni muchísimo menos la regla general.

En definitiva, el Alavés perfila un nuevo modelo de cantera comenzando por la profunda transformación del buque insignia de la misma. El tiempo será el encargado de demostrar si este cambio de rumbo sirve para corregir la escasísima presencia de los jugadores de criados en Ibaia en el primer equipo albiazul en los últimos ejercicios o, por el contrario, es un paso hacia el desperdicio de una de las fuentes que mejor puede ayudar al club a salir de su delicada situación actual.