Vitoria. La visita a Ponferrada no le sentó nada bien a un Javi Casares que durante muchos minutos estuvo prácticamente noqueado, aunque en pie e intentando desequilibrar a la defensa berciana, en el partido disputado en El Toralín. Un fuerte balonazo recibido en su cabeza le mantuvo mareado sobre el terreno de juego y, según comentó a la conclusión del partido, con algunos problemas de visión.

El jerezano sufrió por ese balonazo un leve traumatismo craneoencefálido y de regreso a Vitoria fue sometido a varias pruebas médicas para descartar algún problema de mayor gravedad por culpa del fuerte topetazo recibido. Así, Casares guardó reposo durante el día de ayer y habrá que aguardar a su evolución a lo largo de las próximas horas para saber si puede volver a trabajar con el equipo el próximo miércoles, ya que la plantilla tiene hoy día de descanso.

Por su parte, Gorka Azkorra continúa con su trabajo en solitario y cada vez parece más complicado que pueda volver a jugar esta temporada. El delantero vizcaíno evolucionaba bien de su rotura de fibras, pero el pasado viernes las molestias volvieron a reproducirse y se ha visto obligado a rebajar la intensidad del ritmo en sus entrenamientos individualizados.