Vitoria. Volver a ganar para volver a respirar. La supervivencia del Deportivo Alavés en esta temporada pende de un fino hilo que ya en demasiadas ocasiones ha estado a punto de romperse y que ahora, tras la victoria de ayer del Amorebieta, vuelve a tensarse al máximo. Si ayer la diferencia fue de uno a cuatro, hoy la operación tiene que producirse a la inversa, de cuatro a uno. La suma, o la resta según cómo quiera verse, es clara. Necesita el equipo de José Carlos Granero los tres puntos que se ponen en juego ante el Salamanca para volver a acortar a la mínima expresión la diferencia que le separa con el cuarto puesto para volver a dejarla en un solo punto y afrontar así los tres últimos partidos de la temporada con opciones reales de alcanzar ese play off que tanto se ha complicado por los continuos tropiezos padecidos a lo largo de todo el curso, tantos que han conducido a complicar sobremanera la consecución del objetivo mínimo prestablecido.

De una manera o de la otra, en este caso más todavía con la victoria del Amorebieta que vuelve a abrir la brecha hasta los cuatro puntos, el guión del cuadro albiazul continúa invariable y su único final posible sigue siendo el victorioso. Desde hace ya semanas ejerce el equipo vitoriano de funambulista sin red, así que la tarea se la conoce a las mil maravillas y lo único que le falta ahora es volver a interpretar el texto de manera satisfactoria dentro de un examen que se presenta, a priori, bastante más complicado que los dos anteriores.

Busca el equipo de Granero dar continuidad a esa racha de dos victorias consecutivas que le ha permitido abrir una puerta, la del play off, que parecía ya sellada a cal y canto. El último vagón del último tren sigue corriendo a toda velocidad, amenazando con abandonar el andén de Mendizorroza si el inquilino alavesista se despista lo más mínimo. Ya se han producido diversas debacles a lo largo de toda la temporada y pese a ello este equipo sigue vivo. Siete vidas, como un gato. Defendiéndose también panza arriba, cual felino.

escaso de recursos Tras despacharse a gusto ante dos equipos definitivamente ajusticiados y sentenciados al descenso, el Alavés recibe la visita de uno de esos equipos que comenzaron el curso con el label de calidad y que han ido perdiendo ese sello identificativo con el transcurrir de las jornadas. En la boca de todos los entendidos figuraba el nombre del Salamanca como aspirante a las más altas cotas, pero el pozo de la Segunda B ha estado a punto de comerse al cuadro charro, sin opciones más allá de cerrar la campaña de forma digna y más preocupado de conseguir los recursos económicos que le aseguren la supervivencia que de gestas sobre los terrenos de juego.

Alcanza Granero este partido con los mismos problemas para componer su once que los que tuvo hace siete días en Burgos. Las bajas de Rangel, Luis Prieto y Azkorra, unidas a las dudas que todavía genera Sendoa, dejan al equipo bastante desarmado, sobre todo en la vertiente ofensiva. De la presencia del pichichi albiazul en la alineación titular o en el banquillo dependerá en buena parte la concepción de un equipo que con unos o con otros tiene que repetir el discurso ganador de las dos últimas jornadas para sumar así su tercer triunfo consecutivo por primera vez en lo que va de temporada, manteniendo de esta forma abierto el sueño de clasificarse para el play off.

No ha sido el juego del equipo excesivamente brillante en sus enfrentamientos contra dos equipos desahuciados como Lemona y Burgos. Incluso durante muchos minutos el juego albiazul ha sido excesivamente dubitativo ante dos oponentes incapaces apenas de generar peligro. Ha sido a base de goles, de máximo acierto en sus llegadas, como el Alavés se ha hecho con seis puntos consecutivos que eran ineludibles para seguir con vida a estas alturas de curso.

El objetivo ahora, con buen fútbol o con resultadismo puro y duro, es dar continuidad a esas dos victorias consecutivas con una tercera, situación que por desgracia no se ha dado ni una sola vez en lo que va de temporada. Solo con ese noveno punto seguido podrá el equipo de Granero seguir enganchado con uñas y dientes, aunque a un punto de distancia, a la cuarta plaza del Amorebieta, con vida todavía para afrontar los que serían tres decisivos partidos para cerrar la campaña.