Vitoria. José Carlos Granero se fija ya únicamente en lo que pueda hacer su Deportivo Alavés. El preparador valenciano ha dejado a un lado las matemáticas y las cuentas de la lechera. Es consciente de que todas las opciones pasan por ganar y ganar. No le queda otra opción al conjunto vitoriano, centrado ahora en sus propios resultados con los que espera poder volver a abrir las puertas del play off.

"No se puede mirar más allá de este partido. Nuestras posibilidades pasan por ganar en Burgos. Si queremos seguir vivos y seguir estirando el chicle, todo pasa por ganar al Burgos. No tenemos otra. Somos conscientes de que estamos en una situación de competición que nos obliga a ganar todos los partidos", explicaba el preparador albiazul.

Así, Granero ha dejado a un lado todo tipo de conjeturas: "La verdad es que yo ya no quiero hacer cuentas porque llevamos mucho tiempo haciéndolas y al final depende de nosotros. Llevamos muchos meses pensando en los demás, planificando números y ahora estamos en la recta final, queda lo que queda y lo que tenemos que hacer es ganar nosotros. Si no somos capaces de ganar, evidentemente lo vamos a tener más complicado empate o no empate el Amorebieta. Si ganamos y ellos no lo hacen en Palencia, estamos ahí, pero ¿de qué sirven estas quinielas si tú no ganas en Burgos?".

La principal novedad de este partido será el estreno en la portería de Alex Sánchez. "Percibimos que está contento, ilusionado, motivado y nos comenta que está preparado. Es su momento. Estamos tranquilos porque lo vemos bien", explicaba el preparador alavesista a la vez que señalaba que con el lesionado Rangel se ha optado en esta ocasión por no asumir riesgos ante la posibilidad de que la lesión se agravase todavía más y el meta valenciano pudiese perderse el final del curso. "Es de sentido común. Confiamos en Alex y ahora es el momento del chaval", zanjó.

Todo ello para enfrentarse a un Burgos en un partido en el que no espera que el rival sea una perita en dulce a pesar de sus problemas: "Espero un equipo Tomé. Es un profesional serio y honesto y en absoluto espero que estén de brazos caídos. Les estuve viendo en Irun y hasta el minuto 80 compitieron muy bien. Que nadie piense que el Burgos va a arrojar la toalla porque conociendo a su entrenador no va a ser nada fácil".