Vitoria. Como casi cada quince días a lo largo del último año de competición, al Deportivo Alavés se le presenta ante sí una nueva oportunidad de encadenar dos victorias consecutivas. Lo que parece tan sencillo se ha demostrado que es bastante complicado. Por hache o por be no es capaz el conjunto vitoriano de sumar dos buenos resultados consecutivos, de firmar dos jornadas de alegrías y, por eso, de cuando en cuando le toca andar con sobresaltos, con urgencias y con necesidades. Sumar seis puntos de una tacada otorga tranquilidad y abre las miras del horizonte. No conseguirlo repetidamente abre el cajón de las dudas y obliga a ir en el siguiente compromiso de nuevo con el cuchillo entre los dientes. Ya sabe de sobra El Glorioso las sensaciones que se experimentan y su objetivo es aparcarlas definitivamente para separar, por fin, el grano de la paja en este Grupo II que hasta la fecha ha estado tan igualado pero que empieza a amenazar con romperse por su parte alta. Y el objetivo alavesista no es otro que pasar ese corte con los mejores.

Para conseguir ese propósito y meterse definitivamente en el grupo de cabeza, el Alavés buscará esta tarde su segunda victoria consecutiva ante la Real Sociedad B. Todo se presenta favorable, pues el equipo vitoriano viene de firmar su mejor partido de la temporada y parece haber aprendido una lección en la que llevaba meses tropezando. Con la actitud y el juego mostrados ante Osasuna B, pocos serán los rivales capaces de doblegar a los albiazules. Eso sí, no ha sido la regularidad en el rendimiento lo que ha caracterizado a un equipo que tiene mucho de Curro Romero, capaz de lo mejor y de lo peor según por donde le dé el aire.

La línea futbolística está marcada desde hace siete días y el equipo tiene que seguir por esa misma senda ante una Real B que tiene enormes problemas en la clasificación y que se atranca todavía más cuando le toca actuar como local. Quizá por ello, Meho Kodro ha decidido variar recientemente el escenario de los partidos de su equipo, abandonando el campo principal de Zubieta por uno de los anexos. Menos metros y menos espacios, pero el equipo alavesista ya ha demostrado saber manejarse a la perfección en este tipo de escenarios y no ha de ser excusa el terreno de juego.

Más importante será que los pupilos de Granero vuelvan a repetir el guión que tan bien interpretaron ante Osasuna B, con una presión muy adelantada que generó enormes problemas a los rojillos. Eso sí, también será importante mantener la concentración en todas las líneas defensivas porque de calidad no anda escasa esta Real B.

el mismo once Para dar continuidad a la labor realizada hace siete días, el preparador alavesista está decidido a repetir nombre por nombre el mismo once que tan buenas prestaciones ofreció en Mendizorroza. Acertó de lleno el valenciano con la variante táctica que le llevó a utilizar a Casares en la mediapunta, generando enormes desequilibrios en la zaga osasunista, y el gaditano volverá a repetir en dicha demarcación.

Completamente restablecido de sus molestias Sendoa, la única duda, una semana más, se encuentra en el lateral izquierdo, donde Granero se debate entre un Dani López que no se encuentra en plenitud o la entrada de Jon Moya. Lleva tiempo el preparador albiazul ensayando una rotación en dicha demarcación, pero la misma no acaba nunca de producirse y el asturiano sigue asentado en la titularidad de manera inamovible.

Con la opción del debut en este partido del recién llegado Kike Tortosa, el buen sabor de la victoria vendría además acompañado de un salto en la clasificación hasta los puestos de play off. El empate ayer del Eibar y la suspensión del partido del Amorebieta podrían propiciar el ascenso alavesista hasta la tercera plaza del grupo. Pero para eso hay que ganar.