Vitoria. Si para algunos de los integrantes de la plantilla del Deportivo Alavés el futuro se pinta incierto, otros viven ahora su mejor momento después de haber tenido un arranque de curso poco esperanzador. Han sabido aprovechar a la perfección las bajas de algunos compañeros para asentarse en la titularidad, donde ahora son completamente inamovibles.
El caso más llamativo es el de Alex Quintanilla, central titular desde hace meses. La llegada de Granero le dio la opción en la defensa que antes se le había negado en el pivote y el bilbaíno ha respondido a las mil maravillas, ya fuera al lado de Jon Moya, otro de los rehabilitados, o ahora con Luis Prieto.
Otro al que el paso de las jornadas ha sentado de maravilla es Óscar Rubio, quien por fin recuerda al jugador que fue. La lesión de Fachan le dio la titularidad y, tras un pésimo arranque de temporada, lleva ya unos cuantos partidos a un gran nivel. Pese a la recuperación del francés, parece difícil descabalgarle ahora del once.
Una situación muy similar es la que vive Salcedo, que se encuentra en un estado de forma envidiable. Ha jugado en varias demarcaciones y en todas ellas su rendimiento ha sido positivo, por lo que esa condición de comodín seguirá siendo muy útil para Granero.