Vitoria. Entre lesiones, salidas y entradas, José Carlos Granero vuelve a afrontar un compromiso liguero, el del próximo domingo contra Osasuna B, con las piezas más que contadas, algo que viene siendo tónica habitual en el Deportivo Alavés en lo que va de temporada. Gorka Azkorra sigue ejercitándose en solitario en el gimnasio para restablecerse de la lesión muscular que sufrió en el primer entrenamiento del año; Pablo Gallardo apura el que se espera que sea su último medio mes de rehabilitación; Marc Fachan culminará la semana que viene su puesta a punto; mientras que Luisma ya no forma parte del grupo de trabajo del técnico valenciano. La salida del cántabro, hasta que sea cubierta por una nueva incorporación, vuelve a dejar la plantilla con veintiún fichas disponibles y las ausencias de los tres lesionados la merman hasta los dieciocho jugadores útiles. Eso sí, uno de ellos es el recién llegado César Meza Colli, todavía en fase de adaptación, mientras que otro que ya lleva tiempo en Vitoria, Aridane, apenas cuenta en los partidos para el preparador albiazul.
Con estas particulares limitaciones de cara al partido contra Osasuna B trabaja el técnico alavesista, que parece decidido a dar un golpe de timón con respecto a lo dispuesto en el último compromiso ante la Gimnástica de Torrelavega. Con el paso de los días y de los entrenamientos, cada vez parece más evidente la apuesta de Jon Moya en el lateral izquierdo, relegando al banquillo o a la grada a un Dani López que no ha cumplido con las expectativas. El resto de la línea defensiva, hasta que se completen las recuperaciones de Fachan -previsiblemente para la próxima semana- y Gallardo -se espera que esté disponible antes de que acabe enero-, se mantendrá estable.
También parece clara la apuesta del valenciano por Palazuelos y Lázaro en la zona de creación en detrimento de un Indiano que en las últimas jornadas ha actuado en varias demarcaciones (banda derecha, centro del campo y mediapunta), pero que ha visto decrecer su nivel tras un notable arranque de curso.
Las únicas dudas parecen radicar en estos momentos en el entramado ofensivo. El regreso de Casares a la titularidad en la banda derecha es más que evidente, pero no está tan claro qué va a pasar con los otros tres puestos de la vanguardia. En la sesión de trabajo del miércoles, Granero dejó entrever la opción de utilizar a Javi Rubio como enganche con Jito, dejando la banda izquierda para Sendoa. Ayer volvió a utilizar esta misma combinación, pero en el partidillo que protagonizó el entrenamiento matinal también se vislumbró la posibilidad de que sea el vizcaíno quien actúe de mediapunta por detrás de Geni, siendo en este caso Salcedo, indiscutible durante las últimas jornadas, el ocupante de la banda izquierda.
Dentro de todas estas alternativas, tampoco sería para nada descabellado que Meza Colli tuviera algunos minutos ante Osasuna B. Si bien su ritmo no es el óptimo para encarar los noventa minutos, físicamente ha demostrado encontrarse bien para encarar un período corto de competición durante un partido. En el entrenamiento de ayer, el paraguayo fue uno de los más destacados y con sus acciones, como enganche y cayendo hacia la banda derecha, generó ciertos desequilibrios, además de llevarse un par de tarascadas de sus compañeros.