Vitoria. José Carlos Granero se plantea el partido de esta tarde contra el Burgos como una prueba de identidad para un Deportivo Alavés que en sus dos últimos compromisos ha demostrado una clara mejoría en su juego. Ahora, el preparador albiazul quiere que esa progresión se plasme en un buen resultado que venga acompañado de un fútbol de dominio en un compromiso que para nada prevé sencillo el preparador alavesista a pesar de tener como oponente a un Burgos que es farolillo rojo del Grupo II.
"Vamos a un partido distinto. El Burgos ha mejorado mucho, es más ordenado y organizado y viene en la mejor dinámica de resultados de la temporada, de hacer un partido notable ante el Real Unión. Vamos a tener que llevar la iniciativa y el mando del partido y eso nos obligará a jugar un partido diferente. Entiendo este partido como una prueba de madurez, de ver cómo responde el equipo ante este tipo de partidos. Todas las buenas sensaciones que hemos ido dejando se tienen que confirmar y dar un paso adelante", señaló el preparador albiazul tras el entrenamiento matinal de ayer en Mendizorroza.
El técnico valenciano, después de la mejoría en el juego observada en los últimos compromisos, espera que el equipo no se desenchufe de la competición y mantenga esa buena línea mostrada en los dos partidos precedentes de esta misma semana: "Hemos sembrado durante los cinco partidos anteriores y este es un partido para recoger. El equipo tiene que dar la medida en este sentido, esa tiene que ser nuestra exigencia y nuestro reto. Es un partido que es complicado, diferente y difícil, con mucho que perder y poco que ganar".
Eso sí, a pesar de haber advertido dicha mejoría, tiene claro Granero que todavía no es momento de exigor al Alavés que ofrezca la mejor versión que de él se espera, sobre todo a nivel ofensivo. "Ver plasmado en este partido lo que yo quiero del Alavés es muy difícil. Es muy complicado que veamos con el balón al equipo que a mí me gustaría. Hemos visto crecer al equipo en muchos aspectos del juego, pero darle soltura y fluidez, sacar el balón desde atrás con tranquilidad... Al equipo todavía le falta. El equipo ha dado pasos importantes, pero de ahí a pensar que es un equipo redondo, que tiene una dinámica de juego ofensivo clara, que empieza desde atrás, crea y finaliza... eso no se le puede pedir a este equipo. El Barcelona, con los mejores jugadores del mundo, ha necesitado años para conseguir eso", asegura el levantino.
Granero aprecia las mejoras, sobre todo, en el comportamiento defensivo del equipo y también pondera el hecho de haber terminado los últimos partidos con mucha fuerza física y plantado en el área de los rivales. Por eso, el valenciano pone alto el listón de exigencia de cara al compromiso de esta tarde contra el Burgos.
"El equipo tiene que demostrar que está maduro para no desconectarse de la competición, seguir insistiendo mucho en lo que hizo en los dos últimos partidos, no tomarse ningún día de respiro y saber que este es el partido que te puede dar lo que el equipo viene trabajando durante un mes. Para mí este partido es la prueba y quiero que el equipo dé el paso adelante", concluyó el técnico alavesista.