Vitoria. El Deportivo Alavés tiene ante sí la oportunidad definitiva de dejar atrás el oscurantismo que ha protagonizado la primera fase de la temporada para abrir paso a un horizonte mucho más luminoso que el actual. La concatenación de tres partidos y nueve puntos en apenas una semana suponen una ocasión de oro para el conjunto vitoriano, que aspira a salir catapultado de la zona media de la tabla que en estos momentos ocupa para opositar desde primera línea a un liderato que en estos momentos ostenta sobradamente un Mirandés al que no se le advierte la fatiga. Pese a ello, el pinchazo de los de Carlos Pouso llegará tarde o temprano y la obligación del Glorioso es situarse lo mejor posible para poder acechar al equipo burgalés. Llega la trilogía de la confirmación, el momento de que el Alavés deje atrás sus dudas y se convierta en un equipo solvente.
Para convertirse en el aspirante al ascenso que en estos momentos no es, el equipo de José Carlos Granero afronta una trilogía muy particular que comenzará esta misma tarde con la visita al Lemona. Los primeros tres puntos de una tacada de nuevo que de conseguirse supondría un mazazo anímico para los rivales y una inyección de autoestima para la propia plantilla alavesista. En todo caso, lo importante es ir paso a paso y no querer empezar la casa por el tejado.
Por ello, el primer capítulo es el que centra en estos momentos toda la atención del alavesismo. Sabe de sobra el conjunto vitoriano las dificultades que entraña enfrentarse al Lemona en Arlonagusia. No en vano, en las dos visitas anteriores desde el descenso a Segunda División B el conjunto vitoriano no ha sido capaz de pasar del empate. Ahora, de la mano de un Granero que consiguió un 0-4 hace un par de temporadas en su visita al conjunto cementero cuando dirigía a la Ponferradina, el Alavés pretende que a la tercera llegue la vencida.
Se encontrará el cuadro albiazul con el Lemona más debilitado de las últimas temporadas, un equipo que ocupa puestos de descenso y que vive enervado con todos los estamentos futbolísticos por culpa de unos últimos arbitrajes que consideran en el valle de Arratia han perjudicado gravemente sus intereses.
No se destaca el cuadro cementero por sus cualidades futbolísticas, por un fútbol de toque y precisión o por un innegable talento innato. Ni mucho menos. En Arlonagusia sale siempre a relucir el otro fútbol. El de los jugadores inteligentes, el de no cometer un fallo de concentración, el de estar atento a cada balón suelto. Ahí se ha movido siempre el Lemona a la perfección y a ese estilo, amparado por las particularidades del terreno de juego, tiene que adaptarse el rival que pretenda llevarse los tres puntos. Granero se ha desgañitado a lo largo de los entrenamientos de la semana para que sus jugadores tengan bien claro qué se puede y qué no se puede hacer en el exiguo campo del Lemona. Les ha exigido un punto de concentración y de esfuerzo aún superior al de citas precedentes. Ahora le llega el turno a los futbolistas de demostrar que son capaces de aplicar en la práctica una teoría que parece sencilla pero que es difícil de materializar.
con las piezas contadas A la dificultad conocida de oponente necesitado y terreno de juego complicado se une esta semana una plaga de ausencias que incrementa incluso lo que desgraciadamente ya venía siendo habitual a lo largo de todo el curso. Si en anteriores compromisos Granero solo había podido disponer de diecisiete jugadores, en esta ocasión incluso ha tenido que echar mano del canterano Alex Vallejo para completar la convocatoria.
En esta tesitura, bastante poco es lo que puede quedar a la imaginación. Las ausencias de Fachan y Dani López en los laterales defensivos permitirán las entradas de Óscar Rubio y Salcedo, mientras que la solvencia mostrada por Quintanilla y Jon Moya les llevará a repetir en el eje de la zaga. Granero parece dispuesto a regresar al sistema 4-4-2, en el que Lázaro e Indiano llevarían el peso en el centro del campo, dejando las bandas para Dennis y Sendoa. La única duda puede estar en la doble punta, con dos sillas para tres pretendientes. Arsenal escaso, pero con él tendrá que hacer frente el Alavés al primero de sus tres escalones hacia los puestos de privilegio.