Vitoria. Ni en sus peores pesadillas podría imaginarse José Carlos Granero que iba a tener tantos problemas por la escasez de jugadores en el comienzo de su andadura en el Deportivo Alavés. En la previa del partido del pasado sábado contra el Logroñés, el técnico valenciano ya ironizaba con el hecho de no poder contar con más de diecisiete jugadores en cada uno de los cuatro compromisos ligueros que el equipo ha disputado con él en el banquillo. Pues bien, de cara al compromiso del próximo sábado en Lemona la situación se ha visto gravemente empeorada. Solamente quince jugadores del primer equipo se encuentran completamente sanos y el preparador albiazul podría verse obligado a echar mano de algún canterano para completar la convocatoria de dieciséis en el acta de Arlonagusia.
A pesar de contar ya con el alta médica y de ejercitarse con sus compañeros, lo cierto es que las sensaciones que ofrecen los jugadores que han regresado al trabajo con el grupo esta semana no son del todo positivas. El que más opciones tenía de regresar al equipo era Luis Prieto, quien solo ha tenido que parar dos semanas, pero algunos gestos realizados durante el entrenamiento vespertino de ayer delatan que la confianza en su rodilla aún no es completa. A pesar de trabajar en todos los ejercicios, el central de Dima dejó entrever que su confianza todavía no es completa y al final del entrenamiento mantuvo una charla con Granero en la que al técnico le quedó claro que va a tener bastante complicado contar con el defensa en Lemona.
Y si la presencia de Luis Prieto en Arlonagusia es más que dudosa, las que están descartadas son las de Javi Rubio y Casares. El primero trabajó con relativa normalidad a lo largo de todo el entrenamiento, quedándose fuera solo al principio de un ejercicio, pero la falta de ritmo que arrastra tras haber participado solo en los 38 minutos que se jugaron en Lemona a lo largo de los dos últimos meses obliga al técnico a ser precavido y darle algo más de tiempo para que recupere por completo el tono físico.
El caso de Casares va para un poco más largo todavía. El gaditano realizó varios ejercicios ayer con el grupo, pero su entrada en el mismo será progresiva, evitando de esta manera cualquier posibilidad de que sufra una recaída que retrase aún más su regreso al equipo.
En esta tesitura, y con las ausencias añadidas del también lesionado Fachan y del sancionado Dani López, las opciones para Granero son bien pocas. El valenciano podría recuperar el 4-4-2 y la línea defensiva parece clara con Óscar Rubio, Quintanilla, Moya y Salcedo. La creación quedaría en los pies de Indiano y Lázaro, mientras que las bandas serían para Dennis y Sendoa. La única duda que es quiénes serán los dos delanteros, actuando ayer en todo momento Jito y Azkorra como pareja arriba.
Por otra parte, el importante número de bajas que arrastra el equipo podría obligar a Granero a llevar en la convocatoria a algún jugador de las categorías inferiores. En este sentido, Vallejo, Del Álamo, Orats y Kevin se ejercitaron con el primer equipo, siendo este último el que más opciones parece tener de entrar en la lista de dieciséis.