Vitoria. El Alavés abre el mes de noviembre con la intención de asimilar los nuevos esquemas del técnico José Carlos Granero y consolidar y apuntalar su escalada en la tabla que le lleve a los puestos de honor.
Los próximos treinta días van a tener un inicio exigente para los albiazules con los partidos ante Bilbao Athletic y Logroñes, dos conjuntos de la zona alta de la tabla y que van a ser un verdadero examen para medir la solidez y calidad del proyecto vitoriano.
El filial rojiblanco es el rival de este fin de semana cuando hay que visitar Lezama para medirse a un equipo que ha mejorado con respecto al pasado curso y que ocupa la tercera posición de la tabla.
La siguiente jornada será la de la visita del Logroñés a Vitoria en un duelo ante otro de los equipos que ha construido una plantilla con el objetivo de jugar la fase de ascenso y que tras un arranque dubitativo está demostrando en las últimas jornadas su potencial.
Superado el escollo de estas dos jornadas los siguientes rivales serán la visita al complicado campo de Lemona, y llegará a Vitoria el Burgos con el extécnico albiazul Miguel Ángel Álvarez Tomé en el banquillo como gran amenaza y que ocupa la última posición de la tabla.
Son precisamente los rivales del furgón de cola los que más problemas han dado al Alavés, que se ha atascado ante otros conjuntos como Segoviana, Guijuelo o Zamora que le han dado grandes quebraderos de cabeza.
Superado el obstáculo de noviembre los siguientes cuatro partidos de diciembre marcarán también el objetivo y potencial para saber a lo que aspira el Alavés este curso.