vitoria. El exalbiazul Julio Bañuelos se convirtió ayer en la primera víctima de los banquillos del grupo II. Tras un horrendo arranque liguero en el que el Burgos solo ha cosechado una victoria y ocupa el último puesto en la clasificación a un punto de la Gimnástica Segoviana -próximo rival del Alavés-, la entidad castellanoleonesa ha optado por despedir al preparador nacido en Miranda de Ebro y emprender la búsqueda de un sustituto. De esta forma, y dejando a un lado a Alfonso Barasoain, técnico del Sestao que dimitió antes incluso de empezar la temporada por desavenencias con su presidente, Bañuelos es el primero de los veinte entrenadores de la categoría que abandona su puesto.

En su caso, siete jornadas han sido más que suficientes para que la directiva del Burgos se lance a buscar un nuevo dueño para un banquillo en el que podría acabar otro antiguo entrenador del Alavés. Miguel Ángel Álvarez Tomé, sin equipo desde que el pasado verano fuera relegado de la nave alavesista tras la llegada del grupo liderado por Josean Querejeta, es uno de los nombres que la directiva del Burgos maneja para suplir a Julio Bañuelos. Junto al leonés, nombres como Gonzalo Arconada, Pepe Calvo o Pablo Alfaro también han salido a la palestra para ocupar el puesto de un entrenador que no ha llegado a cuajar en el Burgos, donde en pretemporada apenas fue capaz de sumar un triunfo en siete partidos. El otrora fugaz técnico alavesista bajo las órdenes de Dmitry Piterman aterrizó en el cuadro burgalés el pasado mes de abril para sustituir a Carlos Tornadijo.

Un mes después, Bañuelos consiguió ascender por fin al equipo a Segunda B, pero durante el periodo estival tuvo sus más y sus menos con el director deportivo, Juan Manuel Barroso, que curiosamente abandonó la disciplina del club hace ahora una semana. De esta forma, la etapa de Bañuelos al frente del Burgos se diluye con una victoria en la segunda jornada en el feudo del Palencia por 0-1 como único bagaje positivo. La derrota de la pasada jornada por 2-1 ante el Eibar fue la gota que colmó el vaso.

A partir de ahora, el Burgos trabaja con celeridad para cerrar el fichaje del hombre encargado de relanzar su maltrecha trayectoria. Lo hará con un complicado enfrentamiento el domingo en su feudo ante la Unión Deportiva Salamanca. En principio, Álvarez Tomé se postula como el principal candidato para el puesto, aunque durante el verano el expreparador del Alavés ya rechazó algunas propuestas para entrenar en la categoría al venir de clubes que no aspiraban al ascenso. Sin embargo, la cercanía a su lugar de residencia y las ganas del técnico de sentarse cuanto antes en un nuevo banquillo podían hacer cambiar de opinión al hombre que la pasada campaña guió al conjunto vitoriano al play off, en la que para Tomé fue su decimosegunda fase de ascenso sin conseguir el ansiado premio del billete para la Segunda División.