santa marta de tormes. Incluso un hombre de discurso pausado y reflexivo como Avelino Fernández de Quincoces empieza a sentir los nervios que acechan a todo directivo cuando los resultados no son los que se esperaban. El presidente del Alavés contempló ayer de cerca el pobre juego desplegado por el cuadro vitoriano que le llevó a caer derrotado ante el colista. No le gustó lo que vio, y tras el encuentro lanzó sus primeras críticas hacia el equipo. "Hay que apremiar y urgir para obtener los resultados y el juego que queremos. Un equipo que pretende alcanzar las metas que nos hemos impuesto tiene que ganar estos partidos y dar una imagen coherente de equipo ganador. No tenemos todo el tiempo del mundo para enmendar errores", recordó un visiblemente contrariado Fernández de Quincoces, que al igual que los aficionados albiazules contempla cómo su equipo está ahora mismo más cerca de los puestos de descenso que del play off.
Con todo, Luis de la Fuente cuenta con el apoyo de la junta directiva para sacar la situación adelante. "Por nuestra parte no queda más que decir que mantenemos la confianza en el cuerpo técnico en el momento en el que estamos. Ni nos hemos planteado que pueda haber movimientos", subrayó el presidente de la escuadra alavesa. Recién iniciado en el mundo del fútbol, Quincoces está sufriendo en sus primeros pasos el lado más amargo del siempre impredecible fútbol pero, por encima de todo, matizó que no quiere buscar excusas para explicar la crisis que empieza a asomar en el cuadro albiazul. "No puede haber excusas. Los resultados tienen que venir ya porque la imagen que estamos dando no es la que pretendemos. Tenemos que tener las ideas claras porque las brechas se abren pronto y luego es muy complicado recuperarlas", valoró.
Aunque sus conocimientos sobre el deporte del balón no sean especialmente amplios, Quincoces sí que apreció tras la derrota ante el colista de la categoría, que los pupilos de De la Fuente parecen saltar al terreno de juego "presionados, con una cierta presión sobre sus espaldas". "La plantilla no tiene que sentirse desalentada pero llevamos una línea que no es la que nos convence. Estar en el Alavés exige un compromiso concreto y determinado. Cuando el equipo juegue como entrene, será un equipo ganador", concluyó directo un enfadado presidente del Deportivo Alavés. Por su parte, enrabietado por haber dejado escapar los tres puntos en un partido en el que "tenía muchas expectativas y estaba convencido de que íbamos a ganar", el preparador alavesista admitió que el golpe había sido "durísimo". "No hemos tenido una actuación brillante pero sí suficiente para sacar otro resultado. Estoy preocupado pero muy tranquilo, pero los jugadores tienen que dar un paso adelante y asumir que aquí no hay presión que valga por mucho que alguno esté desbordado por la situación. Todos pensábamos que íbamos a estar arriba y no lo estamos", asumió.