Vitoria. Mucho mejor de lo inicialmente esperado. El Deportivo Alavés se había puesto en el peor de los escenarios cuando los galenos dictaminaron que la lesión que Pablo Gallardo se produjo en Laguardia durante un amistoso de pretemporada era una rotura del labrum de la cadera izquierda, pero cuando el doctor Montes, del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi, se puso el pasado martes por la tarde bisturí en mano a reparar la dolencia del sevillano se descubrió que el problema era sensiblemente menos problemático que el inicialmente previsto. El defensa albiazul sufre una rotura parcial del ligamento redondo y una condiopatía leve de grado 1 en su cadera izquierda. Una lesión de gravedad, sin lugar a dudas, pero el periodo para la recuperación completa de la misma se estima que puede rondar los cuatro meses. Buenas noticias para Gallardo, que llegó a temerse que se iba a perder la temporada completa, y buenas noticias para el Alavés, que recuperará antes de lo previsto a un futbolista que estaba llamado a ser una pieza muy importante de cara a la presente temporada. La buena noticia provocará también que no se produzcan fichajes de manera inmediata, ya que la dirección deportiva alavesista confía plenamente en los jugadores disponibles para cubrir la ausencia del defensa andaluz hasta que se vuelva a abrir el mercado en invierno, cuando, además, la recuperación del zaguero estará a punto de completarse si todo marcha bien.

Tras ser intervenido el martes por la tarde y permanecer ingresado por la noche en el Hospital San Juan de Dios de Santurtzi, Gallardo pasó ayer a mediodía revisión médica con el doctor Montes acompañado de Alberto Fernández, galeno alavesista. La satisfacción de ambos médicos, y más todavía la del propio jugador, era evidente, ya que se encontraron con un problema que no era tan importante como se esperaba al principio. La cadera tiene un daño severo, pero los plazos de recuperación menguan de manera considerable y el futbolista podría volver a pisar los terrenos de juego para principios de 2012.

El hecho de que el dictamen médico determinase que el periodo de convalecencia del sevillano será inferior a cinco meses impedirá que el Alavés pueda moverse libremente en el mercado aprovechando la reglamentación de la Federación Española de Fútbol, que permite cubrir una ficha vacante cuando un jugador se lesiona de larga duración. La posibilidad de firmar a un jugador que en estos momentos tenga contrato en vigor para suplir la baja de Gallardo queda, por tanto, completamente descartada.

un mercado complicado Esta situación no supone un cambio en los planes de la dirección deportiva alavesista. Ya durante la pasada semana, Dani Barroso mantenía ciertas dudas acerca de la conveniencia de realizar una incorporación para suplir la baja del sevillano. El proceso hubiese supuesto la necesidad de dar de baja la ficha del defensa hasta que se recuperase de su lesión y, de querer recuperarlo, el club tendría que dejar una ficha libre para poder reincorporarle en el futuro. El hecho de que el periodo de convalecencia solo se alargue durante cuatro meses también le evita otra serie de problemas añadidos al director deportivo, al que no satisfacía completamente la opción de tener que sumergirse ahora en un mercado yermo para contratar una pieza llamada a ser muy importante en el equipo como estaba previsto que lo fuese Gallardo antes de su lesión.

La otra posibilidad que permanecía abierta, la de utilizar la ficha sub'23 que continúa libre al haberse confeccionado en el mercado invernal una plantilla de veintiún jugadores, también queda archivada. Si complicado es encontrar futbolistas con ficha senior capaces de aportar un salto de calidad al equipo, más dificultosa es aún la tarea cuando se trata de jugadores sub'23, donde las posibilidades son todavía más reducidas.