Vitoria. Reza una de esas grandes máximas del fútbol que se mantienen vigentes desde hace décadas que la mejor defensa es un buen ataque. Sin embargo, son muchos los que, por si acaso, prefieren apuntalar lo mejor que pueden su zaga para, al menos, conseguir el punto que otorga la federación por los empates. A escasos treinta kilómetros de Vitoria, hay un claro ejemplo de ello.

Y es que el Mirandés de Carlos Pouso, líder destacado del Grupo II de la Segunda División B con diez puntos en su casillero, ha conseguido construir una retaguardia prácticamente inexpugnable. Al menos, hasta el día de hoy. De esta manera, el combinado burgalés puede presumir de ser el único integrante de su lote que todavía no ha recibido ningún gol. Los que más se le aproximan son Palencia y Amorebieta, que han encajado uno cada uno, pero la meta mirandilla permanece inmaculada tras la disputa ya de las cuatro primeras jornadas del campeonato.

La pasada temporada el conjunto burgalés ya destacó por su excelente trabajo defensivo y, pese a los cambios experimentados -el que era guardameta titular, Wilfred, no continuó a las órdenes de Pouso- en el presente ejercicio mantiene la misma tónica.

Para alcanzar a comprender la dificultad del registro del Mirandés, tal vez lo mejor es realizar una comparativa. Así, se constanta que únicamente otras cinco escuadras de las tres primeras categorías del fútbol español han sido capaces de mantenerse imbatidas. De esta manera, en Primera División -donde se han disputado dos jornadas- sólo el Betis, que marcha tercero en la tabla, ha saldado sus compromisos con el cero en su marcador de goles recibidos. Una marca que no ha sido capaz de alcanzar ningún conjunto de la categoría de plata. Por lo que respecta a la Segunda B, Toledo (quinto del Grupo I), Atlético Baleares y Huracán Valencia (tercero y quinto respectivamente del Gupo III) y Puertollano (segundo del Grupo IV) son los únicos que por ahora acompañan al imbatido Mirandés en su récord.