Vitoria. Una semana sin poder entrenarse lleva Alex Sánchez, el portero que llegó cedido del Zaragoza para competir por un puesto en el once titular con David Rangel y quien ha heredado la peculiar maldición que parece haberse adueñado de esa posición de segundo cancerbero de un Alavés que se ha encontrado con problemas inesperados para cubrir ese hueco en su plantilla al producirse diversas contingencias que ahora afectan a Alex Sánchez, aquejado de unas anginas y una fiebre que le han provocado una inflamación bucal que le impide entrenar.

Los problemas con el segundo portero comenzaron cuando el club y Matías Dituro no alcanzaron un acuerdo para que el argentino revisase a la baja su contrato. Los emolumentos de Dituro se veían incrementados de cara a la presente campaña y el cuadro albiazul los consideraba demasiado elevados para un teórico suplente. Las negociaciones no llegaron a buen puerto y condujeron a la ruptura del contrato. Dituro hizo las maletas con rumbo al Celta B, con el que no ha tenido un buen arranque de temporada al encajar ocho goles en dos partidos.

Para suplir esta deseada marcha, se apostó por una cesión, la del joven guardameta Ángel Díez, que llegaba a Vitoria procedente del Rayo Vallecano con la vitola de haber sido campeón de Europa sub'17 en 2008. Después de apenas cinco días en la capital alavesa, el guardameta abandonaba la disciplina albiazul. En palabras del director deportivo, Dani Barroso, existían "unos condicionantes personales" que aconsejaban deshacer la operación. Eso sí, dichos problemas no impidieron que Ángel firmase por el Montañeros.

No tardó Barroso en encontrar al que definitivamente sería el segundo portero albiazul bajo la fórmula de la cesión. En este caso, el acuerdo se produjo con el Zaragoza para incorporar a Alex Sánchez, que venía de disputar el Mundial sub'20.

El primer problema para Alex Sánchez fue su tardía incorporación, lo que le obligó a ver desde las gradas del Reyno de Navarra el estreno liguero mientras Javi Montoya el que se sentaba en el banquillo. La normalidad llegaba contra la Real Sociedad, cuando el guardameta catalán entró en convocatoria.

Por desgracia, como si de una maldición se tratase, el infortunio volvió a golpear al segundo guardameta hace apenas siete días. Alex Sánchez se presentó en el entrenamiento del pasado jueves 1 de septiembre enfermo de anginas y lo que en principio iban a ser un par de días de baja ya ha superado la semana de ausencia. El metal catalán ha visto complicada su enfermedad con unas fiebres que le han provocado llagas y una inflamación en la boca que le han impedido entrenar con normalidad. Mientras tanto, Montoya ha cubierto su ausencia a la espera de que se supere esta particular maldición.