Vitoria. Probablemente, mientras se criaba como futbolista en las categorías inferiores del Athletic de Bilbao siendo apenas un adolescente, Daniel Barroso nunca imaginó que acabaría echando raíces tan lejos de su Barakaldo natal. El nuevo responsable deportivo del Alavés, nacido en esta localidad vizcaína el 3 de junio de 1966, inició su carrera en Lezama como defensa antes de pasar por equipos como el propio Barakaldo, Benidorm, Ourense, Ontinyent, Almería, Hércules o Alicante, donde diría adiós a los terrenos de juego para cambiar las botas de tacos por el traje y la corbata.

En siete años consiguió guiar a la escuadra alicantina de Preferente a Segunda B antes de partir rumbo al Castellón. Allí ejerció de secretario técnico durante las últimas cinco temporadas y estuvo a punto de ascender a Primera División. Sin embargo, los problemas económicos acabaron haciendo encallar a su antiguo club, que ahora transita directo a Tercera por culpa de los impagos. Padre de una niña llamada Valeria, Barroso situó su residencia en Alicante incluso durante su etapa en el Castellón. En 2008, de hecho, estuvo a un paso de firmar por el Hércules, cuando su éxito en la busca y captura de los mejores jugadores del mercado le valió la comparación con Monchi, director deportivo del Sevilla.

Su enorme arraigo con la ciudad alicantina no le impide, en cambio, volar a su Euskadi natal siempre que tiene ocasión. Unos viajes que, en los últimos tiempos, le han llevado incluso a acercarse en más de una ocasión a Mendizorroza para disfrutar en persona de varios partidos del Alavés y reencontrarse sin ir más lejos con el ahora alavesista Asier Salcedo, uno de los jugadores que fichó en su día para las filas del Alicante junto a otros como Iker Begoña o Edu Albacar. El centrocampista vitoriano coincidió con el nuevo director deportivo en la temporada 2002-03. Ahora, casi una década después, ambos vuelven a verse las caras en la capital alavesa uniendo su destino al del cuadro alavesista.

La pasada campaña, Barroso confió el banquillo del Castellón a Jordi Vinyals, aunque los malos resultados del cuadro valenciano le llevaron a cesarlo apenas tres meses después de su llegada tras unas durísimas declaraciones contra la junta directiva del club. Antes, suya fue la elección de Abel Resino, antiguo portero y exentrenador del Atlético de Madrid, para el banquillo del conjunto valenciano. Un hombre que respondía al perfil de técnico joven y ambicioso por el que siempre ha apostado y por el que a buen seguro seguirá haciéndolo ahora que arranca una nueva etapa en Vitoria. Tras despertar el interés de varios equipos durante las últimas semanas -acababa contrato con un Castellón desahuciado-, Dani Barroso se convierte por derecho propio en la gran apuesta deportiva de la junta directiva albiazul presidida por Avelino Fernández de Quincoces.