Vitoria. El Deportivo Alavés disputará el próximo 31 de agosto la primera eliminatoria de la Copa del Rey, en la que deberá enfrentarse a un equipo de su misma categoría o de Tercera División, en un cruce a partido único. El encuentro copero será el tercero en diez días para un conjunto albiazul que comenzará la temporada 2011-12 el 21 de agosto, coincidiendo con el inicio de la Primera y la Segunda División. La federación ha adelantado una semana el arranque de la Segunda División B, que normalmente ha tenido su pistoletazo de salida el último fin de semana de agosto.

Comenzar una semana antes de lo habitual se traduce en ganar una fecha al apretado calendario, lo que permite liberar una de las dos jornadas a disputar en miércoles. Esta temporada sólo habrá una vez liga entre semana, en la jornada 30, el 21 de marzo de 2012. Las eliminatorias por el ascenso a Segunda A darán inicio el 20 de mayo del año próximo, por lo que el Deportivo Alavés podría ser equipo de Segunda A el día 27 del mismo mes en el caso de ascender por la vía rápida, o el 24 de junio si lo hace tras superar las tres eliminatorias requeridas.

La configuración final de la categoría, con el consiguiente sorteo del calendario, está paralizada debido a las tres plazas vacantes que aún presenta la Segunda División B de cara a la próxima temporada. Los 79 equipos admitidos el lunes se vieron ayer reducidos a 77. El Castellón, que había recomprado su plaza abonando los 395.000 euros pertinentes tras perder la categoría hace una semana por razones administrativas, fue ayer excluido de nuevo. El Lleida, por su parte, anunció su disolución y la federación no dio el visto bueno a que la plaza fuera ocupada por el Lleida 1939, un club de nuevo cuño.

Estas dos nuevas bajas dejan el Grupo II de la Segunda División B, compuesto por los clubes valencianos, catalanes, baleares y aragoneses, con tan sólo 17 equipos. Ante esta problemática, la Federación Española de Fútbol decidió ayer ampliar en diez días el plazo para presentar los 395.000 euros necesarios para comprar una plaza en la Segunda B. Así lo anunció el secretario general de la RFEF, Jorge Pérez, durante la asamblea general de este organismo, que estableció que los clubes que quieran optar a las vacantes deberán abonar la cantidad estipulada en el plazo determinado por la propia federación y según los criterios de territorialidad fijados. Dichos criterios establecen que tendrán prioridad los equipos de Tercera de la misma federación de ámbito autonómico a la que pertenezca el descendido por impago y, en segundo lugar, los equipos descendidos de Segunda B también pertenecientes a la misma federación autonómica. La plaza del Lleida, al no tratarse de un descenso administrativo, no podrá ser comprada, salvo en el caso que ningún club que cumpla las condiciones la solicite.