vitoria. A punto de adentrarse en una semana en la que, salvo sorpresa, la dirección deportiva albiazul hallará por fin a su huésped para los próximos años -a priori, su llegada no debería prolongarse más allá del jueves, fecha tope marcada por los nuevos dirigentes- el Deportivo Alavés vive estos días inmerso en la indefinición. Un problema que, aunque tiene las horas contadas, lleva a los principales afectados, los jugadores, a permanecer asentados en la impaciencia a la espera de recibir una llamada que no llega. Dejando a un lado los nueve jugadores con contrato garantizado para la campaña 2011-12, hombres como Jorge Morcillo o Jules Pardo confían en que la nueva junta directiva presidida por Avelino Fernández de Quincoces marque sus números como ya hiciera hace unos días con Ander Alaña. Pero la paciencia tiene un límite que ni siquiera la ilusión por continuar en Vitoria puede contener.
Por eso, y porque el mercado se encuentra ya en pleno estado de ebullición, Pardo agota poco a poco sus vacaciones pegado al teléfono móvil. "Espero que si quieren contar conmigo para la próxima temporada me lo digan cuanto antes. Yo confío en que me llamen para poder seguir en el Alavés, pero por ahora no he recibido ninguna llamada", explicaba a última hora de ayer el centrocampista vascofrancés, cuyo excelente tramo final de la temporada ha despertado el interés de otros equipos de la Segunda B como el Real Unión de Irún. "He hablado con mi representante y me ha dicho que de momento no hay ninguna oferta concreta de ningún equipo", subraya el joven jugador albiazul, que no estaría pasando por esta incertidumbre en caso de que Miguel Ángel Álvarez Tomé continuara sentado un año más en el banquillo de Mendizorroza. Y es que Pardo fue uno de los jugadores a los que el preparador leonés llamó personalmente para asegurarle que, si continuaba entrenando a la escuadra vitoriana, su contrato sería uno de los primeros en recibir el ansiado sello de renovación.
De cualquier forma, tanto Pardo como el resto de jugadores cuyo futuro pende aún de un hilo no deberán aguardar ya demasiado para despejar las incógnitas. El aterrizaje en Mendizorroza del nuevo director deportivo albiazul acompañado de un entrenador de su gusto ejercerá de kilómetro cero para que el Deportivo Alavés camine con rumbo fijo hacia un futuro mejor con la estabilidad económica y deportiva como meta final.