vitoria. Miguel Ángel Álvarez Tomé vivía en la incertidumbre desde que acabó la temporada con la eliminación de los play off ante el Lugo. La anterior junta directiva albiazul contaba con él no sólo como entrenador, sino como nuevo secretario técnico tras la marcha de Gorka Etxeberria. Pero el técnico leonés era consciente de que su acuerdo quedaría en agua de borrajas en cuanto el grupo inversor liderado por Josean Querejeta pisara Mendizorroza. Así fue. En su primera comparecencia pública desde el sillón presidencial, Avelino Fernández de Quincoces anunció que no contaban con el hasta ahora preparador albiazul. Lo que era un secreto a voces cobró entonces forma tangible. "Me voy decepcionado porque tenía la intención y voluntad de seguir en el Alavés, al que podría aportar muchas cosas de cara a la próxima temporada. Sólo me queda admitirlo y mirar hacia el futuro", explicó ayer el ya exentrenador del conjunto vitoriano en declaraciones a Onda Vasca.

Marcado por el estigma del ascenso -ha disputado doce play off como técnico en Segunda B sin lograr aún subir de categoría- Álvarez Tomé logró que el equipo se adentrara en las eliminatorias con un ímpetu sobre el césped del que había carecido en el tramo final de la fase regular. Tal vez por eso mantenía un pequeño resquicio de esperanza en su cabeza al que aferrarse tras el aterrizaje de Fernández de Quincoces. "Esperaba que no contaran conmigo, pero quería ver alguna posibilidad de continuismo y que los nuevos propietarios valoraran la posibilidad de seguir con un entrenador que ha llevado al equipo toda la temporada y que es el que más conocimiento tiene de la plantilla y sus necesidades", subraya.

Con todo, después de haber vivido un año intensísimo en la capital alavesa en el que "los problemas institucionales fueron una constante desde las primeras jornadas", Tomé -que admitió contar con algunas ofertas que sin embargo no son "muy atrayentes"- no tuvo ayer reparos en desear lo mejor a los responsables del club de Mendizorroza: "Deseo que los nuevos dirigentes tengan el acierto de llevar al equipo a las categorías superiores lo antes posible. El Alavés se lo merece por historia y afición, pero no hay que volverse locos porque en el fútbol dos y dos no son siempre cuatro. Hay que seguir con una base de lo que teníamos y mejorarlo con una mayor estabilidad en todos los ámbitos".