Vitoria. Hace ya varios meses, demasiados, que la afición del Deportivo Alavés vivía pendiente del momento en el que se despejasen todas las dudas sobre la supervivencia del club y se confirmase la entrada del grupo inversor que parece llamado a reflotarlo tras varios años de penitencia y penurias económicas. Ese día llegó ayer. Josean Querejeta ha visto cumplidas todas las condiciones que estableció para tomar el relevo de Alfredo Ruiz de Gauna en el accionariado de la entidad albiazul. Apenas unas horas después de que el máximo dirigente del Baskonia anunciara oficialmente su renuncia a continuar con un proyecto que se había enquistado ante la falta de sintonía entre los inversores y Caja Vital para la concesión de un crédito, el futuro alcalde de Vitoria, Javier Maroto, se enfundó el traje de superhéroe, salió al rescate y disipó cualquier atisbo de duda.

El Ayuntamiento de Vitoria se convertirá en avalista del grupo de empresarios que tomará las riendas del club. En una decisión cuestionada por lo que suponen las numerosas ventajas institucionales con las que Querejeta y su grupo van a hacerse cargo de la sociedad anónimo deportiva, el líder del grupo municipal del Partido Popular confirmó que el Consistorio gasteiztarra avalará 800.000 de los dos millones de euros del préstamo que la comisión de riesgos de la entidad financiera provincial había denegado ante la falta de garantías. Solventado este último obstáculo y acordada ya la fórmula para el relevo con la familia Ruiz de Gauna, la entrada definitiva del grupo inversor en el accionariado del Baskonia se resolverá en cuestión de días. Pero esta vez sí, sin ningún tipo de duda, es ya una realidad.

El panorama se presenta completamente despejado para los empresarios que hace ya más de un año emprendieron el proyecto con el que pretendían devolver la normalidad a una institución que ha vagado a la deriva desde que Gonzalo Antón decidió vender la mayor parte de sus acciones a Dmitry Piterman y comenzó a generarse la asfixiante deuda que a punto ha estado de acabar con la liquidación de la entidad. Ha llovido mucho y han sido numerosas las situaciones en las que la operación se ha visto amenazada, pero ya no existen motivos para temer por la subsistencia de una entidad nonagenaria.

El destino se ha revelado caprichoso. Si por aquel entonces, en el año 2004 y sucesivos, fue un dirigente del PP el que hizo la vista gorda mientras las deudas del Alavés crecían de manera exponencial, ayer fue otro miembro de la misma formación el que se encargó de anunciar la solución para el último obstáculo que se interponía a la entrada del grupo liderado por Querejeta. Si en su día fue la Diputación gestionada por Ramón Rabanera la que dejó hacer a Piterman, ahora es Maroto, que el próximo sábado será investido alcalde, el que asume el protagonismo de una medida que, en cualquier caso, cuenta con un amplio consenso político.

Las tres principales formaciones políticas del territorio apoyan el proyecto del presidente del Baskonia. La mediación de PNV y PSE había sido patente desde hace semanas. Existían más dudas en torno a la postura del PP, que llegó incluso a explorar hace dos semanas, tras sus excelentes resultados electorales, alguna solución alternativa a la propuesta por Querejeta. Finalmente, también los populares se han rendido a la evidencia. Los 2,5 millones con los que entrará de partida el grupo inversor, a los que habrá que sumar los dos millones del crédito de Caja Vital, han bastado para imponer la lógica ante una evidencia irrefutable: la única alternativa viable para la capitalización del club pasaba por las manos de Querejeta y sus socios.

El pasado viernes, de hecho, ya existieron contactos entre los empresarios implicados en el proyecto y responsables del PP alavés. Unas conversaciones que han derivado en un apoyo que desembocó en el anuncio de la mañana de ayer. La declaración de intenciones de Maroto debe traducirse en los próximos días en la firma del acuerdo institucional y en la concesión definitiva del crédito, algo que Caja Vital ya insinuó ayer que es un hecho. A partir de ahí, sólo quedará aguardar a la fecha concreta en la que se escenificará el desembarco del grupo inversor en el club del Paseo de Cervantes.

Silencio de los inversores Mientras se dan los últimos pasos para dejar el camino completamente expedito, Josean Querejeta y el resto de empresarios que conforman el grupo inversor prefieren mantenerse en un silencioso segundo plano. Tras contemplar los movimientos que han servido para resolver los últimos escollos, mantuvieron ayer una reunión en la que diseñaron el plan de ruta a seguir hasta la entrada definitiva en el Glorioso.

La estrategia, vistos los bandazos que ha seguido la historia, pasa por aguardar hasta que los partidos políticos sellen sobre el papel el pacto institucional y Caja Vital apruebe la concesión del préstamo que les aportará la liquidez necesaria para comenzar a trabajar. Una vez consumados esos dos pasos, que a la vista de las posturas públicas mostradas por todos se antojan como dos meros trámites, se producirá el tan ansiado relevo. El Alavés vuelve a ver la luz. Su hinchada puede recobrar el orgullo que los padecimientos de estos últimos años le ha arrebatado.