sEguramente no se les puede calificar como alavesistas de toda la vida, pero sufren tanto o más que cualquier otro albiazul en cada partido del Glorioso. Tampoco se puede decir que formen parte del equipo, pero son un apoyo fundamental cuando el fútbol pasa a un segundo plano. Y si este año el Deportivo Alavés se ha vuelto a caracterizar por haber conformado un grupo humano espectacular, idénticas palabras pueden decirse de ellas. Mujeres y novias de los jugadores albiazules también han permanecido unidas a lo largo de toda la temporada y se han conjurado ahora para ofrecer todo su apoyo en busca del objetivo común de todo el alavesismo, que no es otro que el ascenso a Segunda División.

Ana (Geni), Verónica (Jito), Sandra (Casares), Esther (Iván Malón), Mari Ángeles (Morcillo), Vanessa (Josete) y Jessica (Pardo) componen esta peculiar alineación en la que, por problemas de agenda y de movilidad, se produjeron algunas bajas de última hora -son quince las compañeras de futbolistas que visten esta camiseta de la que incluso hay una réplica en Argentina gracias a la novia de Dituro- que, eso sí, por nada del mundo se perderán esta tarde el partido contra el Lugo.

Para ellas, que El Glorioso esté disputando el play off de ascenso también es algo muy especial y por eso sorprendieron en el partido del pasado domingo contra el Melilla con el estreno de su particular indumentaria alavesista -aunque lo cierto es que ya la habían vestido una semana antes cuando se juntaron el domicilio de una de ellas para seguir el partido de ida-, una camiseta de apoyo a sus compañeros que causó sensación en la tribuna principal, donde habitualmente ocupan todas juntas sus asientos.

Ana, que ejerce en este grupo de capitana como Geni lo hace en el vestuario, fue la propulsora de una idea que no tardó en ganar adeptas. Una camiseta de tirantes blanca, con dos franjas azules y el dorsal y el nombre de sus compañeros a la espalda. "Es una iniciativa que ya hicimos en Jaén, la propuse aquí y todas se fueron sumando hasta las quince que somos ahora. Ha gustado mucho y la gente tiene la curiosidad de mirarlas por detrás para ver de quién eres", dice Ana.

Lo que no contaban era con el problema de suministro de camisetas, resuelto a través de Mari Ángeles y sus contactos profesionales con la empresa Massimo Dutti: "Que nadie vaya a buscarlas a ninguna tienda que no quedan, aunque igual nos decidimos a comercializarlas". Quizá lo más peculiar de estas zamarras reside en el lugar en el que está ubicado el nombre, debajo en vez de encima del número "para no taparlo con la melena".

Original como pocas y ni siquiera el inconveniente del clima que reina en Vitoria fue obstáculo para la elección. "Ni cuello vuelto ni manga larga", asegura Sandra a la vez que Jessica afirma que "se trata de marcar moda", mientras que Vanessa acaba terciando que, de paso, también puede servir "para distraer al contrincante".

Se trata de una manera original de mimetizarse con el alavesismo, con el que llevan ya varios meses sufriendo y con el que esperan compartir alegrías dentro de tres semanas. "La afición del Alavés es increíble porque ha estado ahí en todo momento. Lo hemos pasado bien, pero también muy mal, nunca han faltado los ánimos y siempre hay alguien que te para por la calle para apoyarte", sintetiza Esther.

Y ahí estarán ellas, como la familia que son al lado del equipo, apoyando, sufriendo y aguantando a sus compañeros para intentar empujarles en el objetivo común de todo el alavesismo: volver a jugar en Segunda División.