Vitoria. Sobre sus hombros y, sobre todo, sus piernas recaerá la responsabilidad de construir el próximo domingo en Mendizorroza un muro de contención impenetrable con el que se acaben estrellando todos los intentos de franquearlo por parte del Melilla. Son los cuatro hombres que, salvo sorpresa mayúscula, integrarán la retaguardia que alineará Miguel Ángel Álvarez Tomé en el duelo de vuelta de la primera eliminatoria de ascenso y saben que si son capaces de candar la defensa y evitar que Dituro tenga que recoger algún balón del fondo de la red, El Glorioso habrá dado el primer paso para regresar a la Segunda División.

Iván Malón, Igor Cuesta, Jorge Morcillo y Jon Moya serán los últimos gladiadores, la guardia pretoriana del valioso tesoro que la escuadra albiazul conquistó el pasado sábado en la ciudad autónoma norteafricana, pero los cuatro coinciden en destacar la necesidad de que sea "todo el equipo" el que se comprometa al máximo en las tareas defensivas. Solamente así se podrá preservar la ventaja adquirida y avanzar hasta la segunda eliminatoria del play off incluso sin la necesidad de perforar la portería visitante. Y es que el 1-1 de la ida provoca que un nuevo empate sin goles permita a la escuadra vitoriana continuar viviendo su particular sueño del ascenso.

Una circunstancia que todos tienen muy presente y que, inevitablemente, parece que marcará a fuego el desarrollo de la contienda del próximo domingo. "Sabemos que el 0-0 nos clasifica pero yo creo que no debemos salir con esa mentalidad sino que tenemos que hacerlo como todo el año. Siempre hemos salido a ganar y tenemos que ir también esta vez con esa idea, porque si buscamos el 0-0 nos podemos llevar un susto", advierte Morcillo.

El futbolista valenciano, un auténtico comodín que puede desenvolverse en numerosas posiciones, tiene claro cuáles son los puntos fuertes de su oponente y, en consecuencia, los aspectos a los que más atenta va a tener que estar la zaga albiazul. "Es un equipo que le gusta combinar, tocar... y allí se vio que en ningún momento se dedicó a pegar un pelotazo arriba. Incluso en la segunda parte y perdiendo 0-1. Le gusta tocar, tener la posesión y el peligro viene ahí. A raiz de que cojan el balón los jugadores de medio campo para delante son muy rápidos, tienen mucha calidad y pueden crear mucho peligro", apunta.

Por último, el encargado de defender la banda izquierda alavesista llama la atención sobre un asunto clave en muchos de los partidos que discurren igualados. "Otra cosa también a destacar es su juego a balón parado. Tienen un par de jugadores que la ponen muy, muy bien y no tenemos que cometer faltas cercanas al área o córners para evitar riesgos de cara a un gol en contra", argumenta.

Aprovechar los espacios Claro que, como cualquier moneda, esta situación tiene dos caras. De este modo, de la necesidad del Melilla de hacer gol, el Deportivo Alavés desea hacer virtud propia y sacar tajada para su beneficio. Es precisamente el integrante de la plantilla albiazul que mejor conoce la casa norteafricana tras haber defendido sus colores durante tres temporadas el que avanza esta posibilidad. "Ellos saben que tienen que meter un gol y que el empate a cero no les vale y pienso que según transcurra el partido tomarán más riesgos. No creo que de inicio salgan a por el gol directamente porque el encuentro son noventa minutos e irán poco a poco. Nosotros tenemos que jugar igualmente con eso, con la necesidad que tienen ellos de marcar e intentar hacer algún gol que va a ser la clave también para nosotros", incide Igor Cuesta.

El portugalujo, que ayer completó la sesión de trabajo junto al resto de sus compañeros con absoluta normalidad tras las molestias que acusó el pasado sábado, se encuentra totalmente restablecido y será el recambio del sancionado Alaña en el eje de la zaga. A su juicio, el factor campo debe ser determinante y conducir al Deportivo Alavés hacia el segundo peldaño de las eliminatorias de ascenso. "La afición ha estado con nosotros en los momentos más difíciles, ha entendido muchos problemas que le han pasado al club y a nosotros y ahora llega lo más bonito de la temporada. Es el momento de estar todos juntos, de acudir en masa al estadio y llevarnos en volandas, que va a ser importantísimo", significa.

Esta comunión entre los profesionales y la grada la extiende el vizcaíno Jon Moya a la implicación de todas las líneas en la ardua tarea de contención que le queda por delante al equipo. "Después del empate de la ida mantener la portería a cero es un paso grande de cara a eliminarles y eso es lo que pretendemos. Todo el equipo debe hacer un buen trabajo defensivo para conseguirlo porque es lo que nos va a dar en la Liga puntos y en las eliminatorias poder pasarlas", advierte.

Esa seguridad fue una de las conclusiones positivas extraídas del duelo de ida y el propósito del equipo no es otro que mantenerla y aumentarla en el futuro inmediato. "En Melilla se recuperaron sensaciones que eran muy importantes para nosotros. Nuestra primera parte fue muy seria y ese es el camino a seguir. Todo el sistema defensivo, no sólo la línea de atrás, tiene que ser muy compacto y salir a las contras. Tenemos gente rapidísima arriba que marca diferencias y pienso que esa es nuestra baza a favor, aprovechar la velocidad y vamos a hacer mucho daño seguro", reflexiona Iván Malón.

El lateral albiazul se refirió también a los comentarios que se han hecho desde Melilla tras el choque de la pasada semana y dejó clara cuál debe ser la filosofía vitoriana. "Con todo lo que se le ha criticado a este equipo que defensivamente no era sacrificado y que nos costaba defender, que ahora en el primer partido de play off te tachen de contundente y agresivo yo personalmente como defensa me siento orgulloso. El resultado está a nuestro favor y si quieren seguir tocándola un poquito como el Barça los minutos corren a nuestro favor", espetó.