Vitoria. La salida de Gorka Etxeberria del Deportivo Alavés era prácticamente la crónica de una muerte anunciada, pero llama la atención que la decisión del presidente de aceptar la renuncia al cargo presentada por el ya exdirector deportivo hace dos semanas llegase ayer, apenas a cuatro días del partido más importante de la temporada. Tiempo ha habido antes y tiempo habrá por delante para sellar una decisión que era evidente desde que ambas partes se distanciaron definitivamente al situarse el responsable del apartado deportivo del lado de los jugadores en su comunicado contra la actual directiva. Si se pretende hablar sólo de fútbol, poco de bueno hace esta decisión.
"Yo esperaba ascender y luego, si había que terminar, terminar. Los adioses nunca son del todo agradables, pero no me parece que sea una mala manera porque el presidente ha querido terminar y yo siempre he tenido clarísimo que cuando quisiera que no continuara tendría que salir. Parece que lo lógico habría sido transmitírmelo hace dos semanas o al final de la temporada, pero hay que acatarlo", explicaba Etxeberria, quien estuvo arropado en su despedida en el hotel Jardines de Uleta por el entrenador del primer equipo, Miguel Ángel Álvarez Tomé; los capitanes, Geni y Salcedo; el preparador físico, Rafa Cristóbal; y varios de los responsables del fútbol base y la secretaría técnica, como Igor Arteaga, Edu Carrera, Edu Ortiz de Elguea e Ibon Zoilo.
Ayer por la mañana comunicó el club una decisión que llevaba ya tiempo bien rumiada. Que el director deportivo, cargo de la máxima confianza del presidente y al que el propio Ruiz de Gauna trajo de su mano al club, se situase del lado de los jugadores y técnicos en su comunicado contra la gestión de la directiva rompió definitivamente unos lazos que se habían mantenido firmes al ser Etxeberria el punto de conexión entre la presidencia y los futbolistas. Precisamente, fue durante sus dos semanas de ausencia -las que se tomó tras su boda- cuando la situación entre mandatarios y jugadores se quebró al quedarse sin el mediador que había puesto paz en todos los conflictos anteriores.
"Una de mis mayores tareas ha sido todo el año hacer de filtro entre el consejo y el equipo. Me voy quince días y ahí el contacto es directo y hay muchas cosas que rozan y que comienzan a hacer sangre porque encima está el tema de los impagos. A mi regreso he vuelto a esa función y se consiguen apaciguar los ánimos hasta que llega un punto en el que surgen diferencias por cosas que molestan a la plantilla. En ese momento todo va a peor y yo no he sido capaz de que el vestuario dejase eso al margen. Tanto es así que cuando deciden hacer el comunicado, los técnicos nos sumamos por el fracaso de no poder abortar esa situación y decidimos que la decisión correcta es estar con el equipo. Está claro que cuando me pongo del lado de la plantilla eso no sienta bien, pero he seguido trabajando igual y ahí se queda mi labor para los que vengan en el futuro", explica el ya exdirector deportivo.
Etxeberria, pese a la marcha, no guarda rencor alguno a Ruiz de Gauna porque considera que "él fue el único" que le dio la oportunidad y desde el punto de vista personal espera que la temporada culmine con el ascenso a Segunda División y en el futuro sirva para algo el sistema de trabajo implantado a su llegada con el trabajo dividido en grupos -y a su vez con subgrupos internos- dentro de las parcelas de fútbol base, secretaría técnica y primer equipo.
"Estoy muy orgulloso porque todos los apartados han funcionado y sólo faltan las dos guindas de los ascensos del primer y del segundo equipo, que son posibles. He pedido encarecidamente a mis colaboradores que sigan en el proyecto y espero que el que venga se aproveche y le sirva el trabajo que hemos hecho. Me gustaría que se siguiese con este modelo", indicó.
Por último, Etxeberria no cree que al primer equipo le vaya a pasar factura su marcha y tiene claro que se va a mostrar competitivo en el tramo decisivo que ya ha arrancado: "El equipo está centrado y no va a dejar de estarlo. Además sabemos que es mejor en un torneo corto que en uno largo. El domingo es un partido muy difícil y, aunque el resultado es bueno, va a haber que ganar, pero creo que este equipo está capa citado para conseguirlo y pienso venir a verlo en la grada, animando con mi bufanda".