Cuando Miguel Ángel Álvarez Tomé salte al campo de trabajo de Ibaia para dar comienzo al primer entrenamiento de preparación de cara al play off se llevará una enorme alegría. Hasta veintidós futbolistas preparados para la batalla se encontrará el técnico leonés. Todo un maná después de una temporada en la que las bajas se han convertido en una constante desgraciadamente habitual que en muchos momentos ha mermado el rendimiento del equipo. Si nada se tuerce en las próximas horas, el Deportivo Alavés llegará al completo a la fase decisiva de la temporada y eso es una gran noticia.

Puso su granito de arena en el partido de ayer contra el Zamora el preparador alavesista para tratar de evitar cualquier tipo de contingencia. Si apenas se han asumido riesgos a lo largo de toda la temporada, habiéndose quedado varios jugadores fuera del equipo por mínimas molestias en repetidas ocasiones, menos se iba a dejar al azar en la jornada de ayer, en la que se daba por hecha la consecución del tercer puesto del grupo.

Por obligación se quedaban en la grada tanto Ander Alaña como Jon Moya. El primero por la roja que vio en León y el segundo al acumular su quinta amarilla el pasado domingo. Dos problemas menos. También a lo largo de la semana había quedado claro que ni Geni ni Iván Malón iban a ser ayer de la partida al sufrir pequeñas molestias. Más preocupantes son las del valenciano, que sigue arrastrando dolor en la rodilla, pero se espera que esté disponible para el primer partido del play off. Otros dos futbolistas fundamentales a los que se optaba por reservar.

El último beneficiado que pudo seguir el partido desde la grada fue Óscar Rico, quien en las últimas semanas ha ganado la importancia dentro del equipo que había perdido en el tramo intermedio de la temporada. El ilicitano llevaba ocho partidos con la espada de Damocles sobre su cabeza al acumular cuatro amarillas y ayer se quedó fuera del equipo para evitar cualquier opción de ver la quinta y perderse el próximo partido, ya que al entrar en el play off todos los jugadores ponen su contador de amarillas a cero. En la misma situación se encontraba Calderón, que apenas disputó quince minutos al final del partido.

Sin sancionados y, con un poco de suerte, sin lesionados. Encarará el cuadro albiazul las eliminatorias con todo su arsenal disponible y habiendo recuperado varias piezas a lo largo de las últimas jornadas. Los dos últimos en subirse al carro han sido Igor Cuesta y Jules Pardo. El central portugalujo disputó ayer sesenta minutos para ponerse a tono de cara al play off después de sufrir su enésima lesión de carácter muscular. Por su parte, el centrocampista francés reapareció tras cinco meses de ausencia una vez que se ha restablecido completamente de la grave lesión de rodilla que sufrió el pasado mes de diciembre. Se recuperan dos piezas que pueden ser muy importantes y que se unen de esta manera a una plantilla que en sus momentos álgidos de la temporada, esos que parecen ya olvidados, ha ofrecido muy buenos momentos, tanto a nivel de resultados como de fútbol.

Queda ahora limpiar la mente y recuperar el mejor tono físico para que el Alavés afronte con garantías el reto del ascenso a Segunda.