Vitoria. El enfado en el seno del vestuario del Deportivo Alavés se sigue incrementando al verse incumplidas las promesas de pago que los capitanes recibieron por parte del presidente el pasado lunes. El dinero que todavía se les adeuda de la mensualidad de febrero no ha llegado a las cuentas corrientes de jugadores ni técnicos tal y como se les había prometido que iba a ocurrir a lo largo de la presente semana, pero lo peor de todo es que ayer por la mañana, antes del entrenamiento, Alfredo Ruiz de Gauna se puso en contacto con ellos para desdecirse y comunicarles que tampoco cobrarán esta semana . Poco antes de la sesión de trabajo matinal en Mendizorroza la plantilla echaba humo y tampoco las noticias que llegaron a la conclusión del entrenamiento les reconfortaron un ápice.
Porque si malas fueron para el equipo las noticias de que no cobrarán lo que se les debe en los plazos prometidos en la reunión del pasado lunes entre la directiva y los cuatro capitanes (esta semana la deuda pendiente del mes de febrero; cuando se consiga la clasificación para el play off, marzo; y una vez que se dispute la primera eliminatoria en Mendizorroza, abril), también se recogió con resignación la decisión de Caja Vital de no conceder de momento el crédito al Baskonia, ya que la plantilla considera que el desembarco del nuevo grupo inversor es prácticamente la única solución posible para poder ponerse al día en los pagos tras acumular retrasos en febrero y marzo, a los que hay que unir idénticos problemnas que afectan al personal no deportivo y al fútbol base.
Jugadores y técnicos compartieron ayer una parrillada en las instalaciones de Ibaia en la que trataron de evadirse de los problemas que rodean al club, pero lo cierto es que el apartado económico fue uno de los temas de conversación y dentro del vestuario se considera seriamente la posibilidad de tomar medidas para intentar que la familia Ruiz de Gauna les abone las deudas pendientes y cumpla con todas las promesas que se les han venido realizando.
La comunicación recibida ayer por la mañana en la que la directiva volvía a desvelar que el cobro de las últimas mensualidades se iba a retrasar de nuevo puede haber sido la gota que haya colmado el vaso de la paciencia en el vestuario. Molesta mucho que no se produzcan los pagos, pero lo que de verdad ha terminado por enfadar a los integrantes del primer equipo es que los dirigentes alavesistas no hayan cumplido con la palabra dada a los capitanes el pasado lunes.