Vitoria. El éxito o el fracaso del proceso que durante un año se ha gestado para que un grupo de inversores liderado por Saski Baskonia tome las riendas del Alavés pende de la decisión de la comisión ejecutiva de Caja Vital. La historia ya no depende de las instituciones, ni de los partidos políticos, como dejó ayer claro el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, que cedió a la entidad financiera toda la responsabilidad del desenlace final del proyecto de relevo en la cúpula del club del Paseo de Cervantes.
Así las cosas, la situación pinta más oscura que hace unas semanas. Con el Baskonia enrocado en lo que se refiere a los avales que sustenten la concesión del préstamo y los técnicos de Caja Vital empeñados en seguir el protocolo, todo el mundo confiaba en una intervención directa de los partidos con mando en la entidad financiera -PNV y PSE- para sortear los requisitos habituales. Pero parece que esta mediación no llegará. Es lo que se desprende de las palabras de un Claudio Rodríguez que se cubrió ante cualquier reclamación asegurando que "desde luego no está incluido el crédito" en el acuerdo institucional que acabó por convencer a Querejeta para entrar en el club albiazul.
En el Baskonia, pese a las palabras del lugarteniente de Xabier Agirre, se interpretaba y se interpreta aún que el apoyo de Diputación, Ayuntamiento y Gobierno Vasco -controlados por jeltzales y socialistas- entrañaba asimismo su complicidad a la hora del otorgamiento de un crédito que ahora mismo se erige en la clave de todo el proceso. Sin embargo, el hecho de que el grupo inversor pretenda avalar el préstamo con las cuantías de las subvenciones institucionales que ha acordado recientemente no supone suficiente garantía para los técnicos encargados de evaluar los riesgos en la adjudicación de préstamos.
Rodríguez, pese a su afán por esquivar cualquier culpa en caso de fracaso, significó la disposición de Querejeta y los empresarios que lo secundan a la hora de ofrecerse para rescatar al Alavés de una agónica situación que parecía eterna. "Sí es cierto que hay que poner en valor a este grupo que va a aportar cuatro millones y medio de euros, dos y medio para la capitalización y dos más de un crédito. Eso hay que valorarlo en su justa medida", argumentó.
Paso definitivo En este sentido, el teniente de diputado general se refirió también a la decisión del máximo responsable de Saski Baskonia de acudir en la jornada de hoy a un notario para que certifique que dispone del dinero ofrecido para participar en el reflotamiento del Glorioso. "Es el paso definitivo y la confirmación de que hay un grupo de empresarios dispuestos a capitalizar el Alavés en 2,5 millones. Y no solo han anunciado públicamente que están dispuestos sino que ahora ya demuestran que tienen los recursos económicos necesarios para llevar a cabo la capitalización", valoró.
Por último, Rodríguez volvió a lanzar un contundente mensaje a las partes implicadas -especialmente la Caja Vital- en lo que eufemísticamente bautizó como el triángulo de la solución. "Hasta aquí hemos llegado, hemos hecho el trabajo que ha fructificado en la presencia de un grupo de empresarios que van a poner 2,5 millones de capitalización más dos millones de un crédito. Nosotros hemos cumplido, hemos hecho lo que otros no han sabido ni han tenido la capacida de hacer y ahora la responsabilidad ya no está aquí sino en otro sitio", espetó.