vitoria. Miguel Ángel Álvarez Tomé se ha revelado a lo largo de su primera temporada en Vitoria como un tipo temperamental, con los sentimientos, sean cuales fueran, a flor de piel. Y como al resto de su plantilla, el varapalo del pasado sábado ante el Eibar le ha pasado cierta factura anímica. Tomé, como sus pupilos, se vio tocado en el orgullo con aquella goleada. Por eso, según aseguró tras el entrenamiento matinal de ayer en Ibaia, tiene ganas de que el balón vuelva a rodar para sacudirse esas pésimas sensaciones.
"Ojalá el partido hubiera llegado cuanto antes porque esta semana es muy dura y cuanto antes nos metamos de nuevo en competición y volvamos a demostrarnos que somos válidos para esta empresa, mucho mejor", se sinceró el técnico leonés, para quien, en cualquier caso, "el equipo está bien, deseoso de que empiece el partido", donde por fin llegará una ocasión idónea para "pasar página y dejar de darle vueltas a la cabeza".
El entrenador del Alavés, eso sí, asume que en su planteamiento del pasado sábado hubo varios aspectos mejorables, y anunció "retoques" aunque no quiso hablar "de nombres". "Necesitamos hacer pequeños retoques que nos hagan ser más competitivos a corto plazo, sin pensar en el futuro", manifestó Tomé, consciente de que la defensa, un continuo banco de pruebas que jamás ha llegado a resultar definitiva, deberá sufrir alguna variación antes de afrontar el play off. "Hemos probado todo. No tenemos jugadores de características adecuadas para hacer una defensa de cinco. Sí una de cuatro. No ha funcionado, aunque ha habido épocas en las que hemos estado un poco mejor", reconoció.
El técnico lamentó la maña fortuna que persigue a Jules Pardo, que cuando estaba a punto de regresar a las convocatorias ha vuelto a sufrir un nuevo problema en la rodilla -esta vez en la derecha- que según las estimaciones de los doctores puede tenerle alrededor de otras cuatro semanas en el dique seco. "Parece que nos ha mirado un tuerto, al equipo y a él. Necesitamos de sus características. Vamos a ver si pueden ser dos o tres semanas en lugar de las cuatro", deseó un Tomé que tiene claro que su equipo tiene que acudir "a ganar" a un campo complicado como es el Arlonagusia de Lemona.