Vitoria. Cuando el proceso de capitalización del Alavés encara, ahora sí, su tramo final, los responsables políticos que más tiempo han dedicado a toda esta operación que concluirá con el desembarco del Baskonia comienzan a ver la luz al final de un largo túnel por el que han transitado durante mucho más tiempo del inicialmente previsto. Casi cuatro meses han transcurrido desde que se pusiese en marcha esta nueva ampliación de capital y el proceso, a falta de algunos detalles, aún permanece abierto. Queda claro que no ha sido nada sencillo completar unos los acuerdos, trabajosos y complicados, que servirán como base a la estabilización económica de un club que camina hacia la calma tras años de tempestades.
"Llevamos con esta historia demasiado tiempo. Me gustaría haberlo resuelto desde el primer día, pero no ha sido un tema baladí reunir a un grupo de empresarios. Solo se puede hacer cuando se dispone de alguien que capitalice el club porque otros lo han intentado y no han dado con la tecla. Ahora ya está", explicaba ayer el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, en su habitual comparecencia de los martes tras el consejo de diputados.
La principal dificultad de una operación perseguida durante años y que ahora ha conseguido materializarse ha radicado en encontrar y convencer a las personas que se consideran ideales para sacar a flote un proyecto por el que muy poca gente con capacidad económica suficiente ha mostrado un mínimo interés.
"Unos inversores no aparecen todos los días ni hay colas esperando en la puerta del Palacio de la Provincia. Que este grupo plantee la capitalización del Alavés ha sido un toque de suerte", enfatizó el portavoz del Ejecutivo foral.
Muchas han sido las horas de negociaciones para alcanzar un gran pacto entre inversores e instituciones y, en este sentido, considera Claudio Rodríguez que se ha alcanzado la mejor solución para el Alavés: "Los empresarios que vienen van a poner 2,5 millones de euros contantes y sonantes, a los que hay que añadir un crédito de otros dos millones para pagar las deudas. Son 4,5 millones de euros a los que hay que añadir la buena gestión de la nueva directiva y el acompañamiento de las instituciones. Así el plan de viabilidad puede ser una realidad".
Eso sí, todavía quedan algunas cuestiones pendientes para finiquitar toda la operación. Una de ellas, la concesión del crédito por parte de Caja Vital que el teniente de diputado general ve factible. Otra, la rúbrica del Partido Popular al acuerdo institucional suscrito entre Partido Nacionalista Vasco y el Partido Socialista de Euskadi. En este sentido, el mandatario jeltzale tampoco tiene dudas y espera que los populares se sumen al acuerdo suscrito. "Uno no acaba de entender las cosas si el PP cuestiona este acuerdo, así que espero que lo firmen como ya hicimos distintos grupos anteriormente en los años 1996, 1999 y 2004", advirtió.
También se mostró dispuesto Rodríguez a volver a reunirse con Ruiz de Gauna tal y como planteó la directiva albiazul en un comunicado el pasado viernes, pero tiene claro el teniente de diputado general que la única solución para el Alavés pasa por el Baskonia.
"No hacen falta otras alternativas. Tenemos una estrella polar que siempre nos ha guiado y que ha sido la necesaria capitalización. El Alavés necesita dinero y eso no es algo que diga la Diputación. Lo dijo la anterior directiva y gracias a esa propuesta aprobamos lo establecido en el convenio, que es lo que nos va a permitir cobrar a los acreedores", concluyó Claudio Rodríguez.