Desde el arranque de la temporada se había presentado el partido contra el Eibar en Mendizorroza como el gran examen para saber lo que podía dar de sí el Alavés y el cuadro vitoriano ni siquiera hizo acto de presencia en un derbi del que salió escaldado.
Altuna y Lago Junior, los dos por partida doble, le dieron al cuadro armero una merecida victoria ante un conjunto albiazul que se desvaneció incluso antes de saltar al terreno de juego. El equipo de Mandiola mantiene firmes sus opciones de ser primero y deja asegurada la segunda plaza, mientras que el Alavés se olvida de tan magnas aspiraciones y se verá obligado a mejorar mucho en los cuatro partidos que le quedan por delante si no quiere verse fuera de las eliminatorias de ascenso.