Vitoria. Las exigencias planteadas el pasado viernes por el Baskonia a través de su segundo comunicado se han cumplido en un tiempo récord. La intención mostrada por Josean Querejeta de pasar a hacerse con el control del Deportivo Alavés chocaba, según el escrito, con un par de obstáculos que las partes aludidas, la actual directiva albiazul y las administraciones públicas, se han encargado de derribar con la máxima celeridad posible. Los dirigentes alavesistas han entregado toda la documentación que se les solicitaba. Los dirigentes políticos han mostrado públicamente su total apoyo al grupo que ha mostrado su disposición a capitalizar la entidad del Paseo de Cervantes. El balón, a falta de pequeños detalles por concretarse como el crédito solicitado a Caja Vital que podría resolverse hoy mismo y el relevo en la dirección del club, vuelve a estar sobre la cúpula del Buesa Arena.

Dispone y estudia ya el Baskonia todos los últimos datos económicos -el informe que han recibido ya auditado recoge los movimientos hasta el pasado 31 de marzo- del Alavés, así como las previsiones de ingresos y gastos presupuestadas por los actuales mandatarios hasta el próximo 30 de junio. También el repetido "acompañamiento institucional" puede darse por hecho a falta de su rúbrica oficial. Así, cumplidas esas dos solicitudes, es ahora el propio Querejeta el que tiene que decidir si unos -los datos económicos recabados acerca de la situación del club- son los esperados, y otros -los apoyos de las instituciones en forma de convenios- son lo suficientemente importantes como para afrontar el futuro con cierta tranquilidad. Todo hace pensar que es así, ya que el Baskonia lleva ya tiempo analizando minuciosamente un desembarco muy cercano a producirse.

Así las cosas, todo se convierte ya en una cuestión de tiempo y es aquí donde el Baskonia ha demostrado manejarse a las mil maravillas marcando el ritmo de todo el proceso, comunicando sus intenciones cuándo y cómo ha querido y esperando al momento más beneficioso para sus intereses para hacer presión sobre directiva e instituciones.

Eso sí, no todos los ases dentro de esta partida están en las manos de Querejeta. Quedan cabos sueltos, aunque atarlos no parece que vaya a ser demasiado complicado. No en el caso de la petición de crédito a Caja Vital, cuestión que sigue pendiente de resolución ante las dudas generadas entre los responsables técnicos de la entidad financiera pero que se da por hecha ante el consenso de los políticos, que se mantienen firmes a la hora de asegurar que esos dos millones solicitados van a acabar en las arcas de la entidad del Paseo de Cervantes. En este sentido, la de hoy puede ser una jornada decisiva con una nueva reunión de la junta directiva de Caja Vital que podría determinar la concesión del crédito.

La última línea de actuación que queda abierta es la concerniente a un relevo que se espera pacífico aunque las primeras tomas de contacto hayan resultado un tanto espinosas. La cuestión, la referida al medio millón de euros que el Alavés tiene de deuda con Alfredo Ruiz de Gauna, tiene todos los visos de resolverse con un acuerdo entre las dos partes que no deje satisfecha a ninguna pero que contente a ambas.

Considera el actual presidente, que tiene la fuerza de poder abrir cuando él estime preciso la ampliación de capital que necesita el Baskonia para entrar el accionariado del Alavés, que su deuda tiene que ser satisfecha sin necesidad de que concluyan los pagos del concurso a los que se refiere el comunicado baskonista. Un acuerdo para que el pago, aunque sea aplazado, se complete antes de cinco años se presenta como la solución más plausible para que, por fin, Querejeta asuma el mando del Alavés.