Vitoria. Se aferra el Deportivo Alavés a un calendario que, a priori, parece favorable para seguir manteniendo viva la llama de la esperanza, que en este caso se corresponde con el primer puesto del Grupo II que tanta ventaja otorga de cara a las eliminatorias por el ascenso. Cinco de los ocho compromisos restantes los tiene que afrontar el cuadro albiazul en Mendizorroza, obligado a convertirse ya en fortín, mientras que sus otros tres partidos serán a domicilio. El gran examen, la visita del Eibar a Vitoria, se plantea como la cita más exigente en un tramo final en el que los rivales serán conjuntos que se encuentran en la zona tranquila y, mayoritariamente, equipos que se están jugando la permanencia, arma de doble filo en este caso.
Con 24 puntos en juego y 55 en su casillero, comenzar con las cábalas es un riesgo, pero parece evidente que el equipo de Miguel Ángel Álvarez Tomé va a tener que sumar alrededor de dieciocho puntos si quiere aspirar al primer puesto. Para alcanzar dicha cifra, los tres compromisos previos a la gran cita contra el Eibar (Peña Sport, La Muela y Bilbao Athletic) se presentan con el signo de victoria ineludible.
El duelo directo con el cuadro armero será un partido a cara o cruz en el que el Alavés no puede, de ninguna de las maneras, perder si quiere seguir optando al liderato. Si el equipo de Manix Mandiola se impone en dicho compromiso, aspirar al primer puesto se convertiría casi en una quimera.
Tras ese gran derbi, solo le quedarán al Alavés otros cuatro compromisos para intentar asegurar el primer puesto del lote. Un Lemona que viaja en la tranquilidad más absoluta antes de encarar el tríptico castellano-leonés final ante tres oponentes, Guijuelo, Cultural Leonesa y Zamora, que pelean por evitar los puestos de descenso.
Los precedentes marcados en la primera vuelta hacen vislumbrar el futuro con optimismo, ya que en estos últimos ocho compromisos el Alavés fue capaz de hacerse con diecisiete puntos (cinco victorias, dos empates y una derrota), cifra que le situaría en la pelea por el ansiado liderato del grupo.
Eso sí, no depende únicamente de sus resultados un cuadro vitoriano que desde esta misma tarde comenzará a mirar con interés los resultados de sus rivales directos, tres en estos momentos. La pole position en estos momentos está en manos de un Eibar que maneja tres puntos de ventaja con respecto al cuadro albiazul, pero que también tiene que afrontar un calendario muy complicado en el tramo final de la temporada regular.
Empieza la lucha para el cuadro armero esta misma tarde con un derbi guipuzcoano que le mide al Real Unión. El cuadro fronterizo, cuarto implicado en la pelea por el liderato, tiene que ganar para seguir con aspiraciones. Le llegarán posteriormente al equipo de Mandiola dos encuentros comprometidos ante La Muela (a domicilio) y el Logroñés (en casa) antes de afrontar una visita a Mendizorroza que se presenta apasionante a tres semanas vista.
Para cerrar el curso, Gimnástica, Lemona, Barakaldo y Guijuelo en un calendario final que puede acabar resultando cómodo porque varios de estos equipos no se estarán jugando ya nada. El precedente de la primera vuelta habla del bajón que sufrió un Eibar que solo fue capaz de sumar trece puntos en estos ocho partidos.
juez fronterizo Por delante del Alavés también se encuentra un Mirandés en clara trayectoria ascendente y que lleva un punto de ventaja, al que hay que añadir el gol average, al cuadro albiazul. Los pupilos de Carlos Pouso están firmando una sensacional segunda vuelta que quieren refrendar en el tramo final del curso con nuevas victorias que les permitan aspirar al liderato.
En el caso del cuadro rojillo, lo más complicado del calendario está en el tramo final, ya que en las siguientes tres jornadas tendrá que enfrentarse a rivales que se encuentran en la zona baja (Cultural, Zamora y Caudal) antes de afrontar un examen final de cinco jornadas más exigentes aunque contra varios equipos con escasas aspiraciones (Osasuna B, Real Sociedad B, Logroñés y Gimnástica). Su compromiso más complicado, a priori, será el que dispute en Anduva contra el Real Unión en la antepenúltima jornada. En la primera vuelta, el equipo de Pouso sumó catorce puntos.
El último en discordia es un Real Unión que parte con cinco puntos de desventaja con respecto al Eibar pero que viene en una trayectoria ascendente que le ha hecho recobrar unas esperanzas de ser líder que tenía prácticamente perdidas. El calendario para el equipo de Miguel Sola es muy exigente, pero puede aprovechar los duelos directos contra Eibar y Mirandés para recortar diferencias. Eso sí, además de estos dos compromisos, el respiro para los fronterizos será escaso y el margen de error mínimo ante oponentes de envergadura como Logroñés, Gimnástica, Barakaldo, Palencia, Sporting B y Oviedo. En la primera vuelta, el Real Unión sumó trece puntos en estos compromisos.
Así las cosas, y a pesar de su actual desventaja, la situación para el Alavés no se presenta excesivamente desfavorable si consigue repetir sus buenos resultados de la primera vuelta y sus rivales directos le echan una pequeña mano con algún tropiezo que emborrone su trayectoria y despeje para los albiazules el camino hacia el liderato.