Vitoria. La tan ansiada capitalización del Deportivo Alavés continúa sin llegar. "Si estuviera cerrado os estaría diciendo que por fin hemos dado por finalizada esta relación que tenemos todos los martes", ironizó Claudio Rodríguez con los periodistas deportivos presentes en la sala de prensa de la Diputación Foral de Álava.
De momento, habrá que esperar aún un poco más. "Hasta el martes que viene", fue la despedida del teniente diputado una vez concluida su comparecencia.
El jeltzale no quiere marcarse plazos, pese a que la supervivencia del conjunto albiazul ya ha empezado su particular cuenta atrás. De momento, mañana se enfrenta a dos juicios por el convenio de acreedores en el que le reclaman 560.000 euros que podrían llevar a la liquidación del club si no se satisfacen a tiempo y el 4 de abril finaliza esta tercera fase de la ampliación de capital. El tiempo se agota y los inversores con los que negocia la propia Diputación para capitalizar el club continúan sin dar el paso definitivo.
No es fácil. Así lo volvió a recordar ayer Claudio Rodríguez. El teniente de diputado tiró de nuevo de ironía para hacer ver que no es sencillo poner hoy en día 2,5 millones de euros. "Estamos trabajando en conseguir esa cifra que parece poco importante y que no le solemos dar tampoco importancia porque creemos que, hombre ¿quién no va a poner ahora mismo 2,5 millones en la capitalización del Alavés? Si eso es pan comido. Alguno de vosotros lleváis ahora algo suelto, porque si es así lo hacemos inmediatamente".
Y es que, en opinión del peneuvista, habida cuenta de la situación económica actual, realizar esa inversión "es todo un reto", por lo que pidió seriedad al respecto y "ser "muy respetuosos si se consigue que alguien ponga ese dinero", algo que no prevé sencillo. "A veces se transmite esto como una cosa fácil y nunca hemos dicho nosotros ni que sea fácil ni que sea extremadamente posible hacerlo de la noche a la mañana", censuró.
No en vano, a su entender, el Deportivo Alavés, un club que como recordó tiene una deuda concursal de 12 millones de euros más otra postconcursal que supera los dos millones, "no parece que ejerza un atractivo impresionante para poner un dinero que muy bien no sabes a qué lo vas a dedicar. A pagar deudas, a tapar huecos o a un saco sin fondo".
Además, Rodríguez quiso dejar claro que no es a la Casa de la Provincia a quien le corresponde realizar tal desembolso económico. "La Diputación no lo tiene que hacer. Lo tienen que hacer personas o empresarios independientes de la Diputación", recalcó. De hecho, quiso dejar constancia que el ente foral no va a intervenir para aplazar los juicios de mañana, ya que en su opinión frenar esas demandas es algo que compete a la actual directiva y se limitó a recalcar de nuevo que el papel de la institución que representa será el de "acompañar", algo que hará con alguna "institución más".
ES OPTIMISTA Sin embargo, pese a todas las complicaciones que están teniendo para convencer a los inversores para que capitalicen el Alavés, Claudio Rodríguez confía en una resolución positiva a tiempo. Por eso, cuando fue cuestionado sobre la posibilidad de que la inyección económica llegue antes del 4 de abril cuando finalice la tercera fase de la ampliación de capital, aseguró que aunque no le gusta "poner plazos", espera que "sea así".
Buena prueba de ello, es que Rodríguez finalizó su discurso de forma muy elocuente. Y es que si comenzó su alocución recordando todo lo que había hecho hasta ahora la propia Diputación por salvar al Alavés -como aprobar la quita, recuperar el convenio o paralizar la subasta de Ibaia entre otras cosas-, cuando la prensa comparó todos esos hechos con una jugada que se empieza a elaborar desde atrás, continúa en el medio campo y llega al ataque, el propio teniente de diputado tomó la palabra para decir alto y claro que "meteremos gol, que es lo único que falta". Un mensaje para la esperanza. Habrá que esperar.